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ARTROSCOPÍA

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VOLUMEN 2 - NÚMERO 3

 

 

 

 

Editorial

Dr. Mario Berenstein 

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Artroscopía quirúrgica Temporomandibular

Dr. Oscar Pérez Astete

ARTICULO ORIGINAL

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Quistes meniscales, su tratamiento 

Dr. Jorge Antonio Santander 

ARTICULO ORIGINAL

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Menisectomía parcial en menisco discoide por vía artroscópica

Roberto David Sesin 

ARTICULO ORIGINAL

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Programa de rehabilitación precoz post artroscopía en la reconstrucción de LCA

Kinesiologo fisiatra: Dres. Raúl H. Seba; Mario Berenstein; Miguel Raijman 

ARTICULO ORIGINAL

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Artrodesis de tobillo asistida por videoarrtoscopía

Dr. Hugo Daniel Farias 

ARTICULO ORIGINAL

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Láser en cirugía artroscópica 

Dres. Mario Berenstein; Miguel Raijman 

ARTICULO ORIGINAL

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Endoscopía del túnel carpiano. Técnica instrumental propios 

Dr. Roberto Marcos 

 ARTICULO ORIGINAL

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 Tratamiento Artroscópico del menisco externo discoideo.

Dr. Jorge Luis Civetta 

ARTICULO ORIGINAL 

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 Síndromome patelofemoral, tratamiento artroscopico

Dr. Rosasco S.M 

ARTICULO ORIGINAL 

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Vias de abordaje de la articulacion glenohumeral 

 Dr. Juan Pablo Sosa 

TRABAJO DE ACTUALIZACIÓN

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La revista ARTROSCOPIA es publicada por la Asociación Argentina de Artroscopia en conjunto con la

Sociedad Latinoamericano de Artroscopia, Rodilla y Deporte.
Copyright 1995 - Todos los derechos reservados
ISSN 1853 - 4759

Este contenido está dirigido para profesionales de la salud.

ARTROSCOPIA | VOL. 2, Nº 3 : 145 | 1995

EDITORIAL

Estimados colegas:

Desde 1987, momento de la creación de la Asociación Argentina de Artroscopía, nuestra agrupación ha pasado por períodos de afiliación, reuniones científicas, congresos y difusión de la importancia de la cirugía artroscópica en el contexto de la ortopedia y la traumatología en nuestro medio.

La revista de artroscopía como órgano de difusión y discusión de la práctica que nos ocupa, refleja el nivel alcanzado por nuestros colegas. Anhelamos que se transforme en un nexo que mejore nuestra comunicación. Es así que sugerimos expresar a través de la sección "carta de lectores" las inquietudes y aportes, ya que los mismos son los verdaderos críticos que hacen posible que un medio de expresión científica adquiera el prestigio que se merece.

El enriquecimiento con aportes a un tema determinado, ya sea presentando estadísticas comparativas, técnicas alternativas o un llamado de atención a un concepto vertido, permite la superación de publicaciones posteriores.

La crítica deberá ser siempre constructiva remarcando conceptos valederos y de utilidad práctica, con criterio científico evitando polémicas estériles, contribuyendo a fortalecer nuestra unión y la práctica de la cirugía artroscópica.

La polémica deberá ser cuestionada y a la vez proponiendo para que no resulte simplemente un interrogante.

Dr. Mario Berenstein

ARTROSCOPIA | VOL. 2, Nº 3 : 146-150 | 1995

ARTICULO ORIGINAL

Artroscopía quirúrgica Temporomandibular

 Dr. Oscar Pérez Astete

Resumen: Se presenta una técnica Artroscópica Témporo Mandibular (TM) con aplicación diagnóstica y terapéutica, destacando la eficacia de un método poco invasivo aplicado a once pacientes con problemas oclusales: de los beneficios obtenidos con maniobras de lisis y lavado, y con una reseña anatómica y funcional y una clasificación de la disfunción que la enfoca en su etiología, síntomas y tratamiento. Se destaca la importancia de la rehabilitación inmediata y se muestra el instrumental atroscópico que usamos.

INTRODUCCION

Los músculos masticadores y las piezas dentarias colaboran con la articulación TM formando un conjunto funcional llamado Sistema Estomatolgnático (3) por ello es necesario que el traumatólogo artroscopista trabaje en estrecha colaboración con el cirujano dentista interesado en los problemas de oclusión.

Desde siempre ha existido gran controversia sobre si realizar o no procedimientos abiertos en esta articulación, los cuales se han considerado enormemente invasivos.

Historia de la Artroscopía T. M.

En 1975 el Dr. Masatoshi Onishi, usó un artroscopio 1519 24 SELFOC de Watanabe con 1.7 mm de diámetro y con una fibraóptica

En 1982 los Dres. Ichiro Murakami y Kasumasa Hoshino (15) describieron las características anatómicas regionales, nomenclatura y terminología artroscópica de la A. T. M.

En 1984 el Instituto Karolinska publicó un estudio artroscópico, donde identifican los puntos repetibles relacionados con la línea Tragus-Canto externo con vigencia actual en el procedimiento que realizamos (2).

En 1986 el Dr. Joseph Mc Cain, mi maestro, desarrolla una técnica artroscópica diagnóstica y quirúrgica, y realiza en ese mismo año en Nueva York el primer Simposio Anual de Artroscopía T. M. (5).

Anatomía

En breve reseña: se trata de una articulación gingimo artrodial bilateral: entre el complejo, fosa glenoideaeminencia articular y el cóndilo de la mandíbula; y difiere de las otras articulaciones por estar cubiertas aquellas por un tejido fibrohialino articular muy sensible a las agresiones abiertas o cerradas. La superficie articular del cóndilo mira hacia arriba y adelante, y se corresponde con la vertiente posterior de la eminencia articular (21). El disco articular está ubicado entre las superficies mencionadas y presenta 3 porciones. Una zona intermedia propiamente articular, es un disco bicóncavo de 1 mm. de espesor; el seguimiento anterior, que se continúa hacia adelante con fibras del músculo pterigoideo externo, tiene 2 mm de espesor. Hacia atrás se encuentra el segmento posterior del disco de 3 mms de espesor aproximadamente, el cual se continúa con una almohadilla de tejido conectivo neurovascular laxo, que va a terminar en la parte posterior de la cápsula articular con la cual funde (21).

El disco divide a la articulación en un espacio superior o témporo discal, con capacidad de volumen de 1. 55 cc. y un espacio inferior o cóndilo discal con un volúmen de 1 cc. aproximadamente.

Durante el movimiento articular en apertura, la cápsula superior laxa permite el deslizamiento del cóndilo sobre la vertiente posterior de la eminencia articular; mientras la cápsula inferior, firme, fun-ciona como bisagra. Las dos articulaciones TM se hallan suspendidas en el espacio, y funcionan en "tándem" (5). En la sobrecarga articular la presión se traslada a las piezas dentarias; por ello la T. M. tiene gran capacidad de adaptación.

La técnica artroscópica cumple dos propósitos: (5)

1) El diagnóstico artroscópico: para confirmar sospechas clínicas que no pueden hacerse por otros medios de evaluación, para establecer diagnósticos y tomar decisiones. Por ejemplo:

  1. persistente dolor que no responde a tratamiento médico.
  2. Confirmar otros diagnósticos que puedan llevar a la intervención quirúrgica.
  3. asegurar una biopsia ante sospecha de patología articular.

2) La artroscopía quirúrgica: está indicada en dificultades de la oclusión refractarias al tratamiento médico y para modificar estructuras internas. Por ejemplo: (6)

  1. desórdenes internos.
  2. hipomovilidad secundaria a adhesiones intrarti-culares con o sin dolor.
  3. sinovitis dolorosa; rango de movimiento puede o no estar afectado.
  4. artrosis con dolor, crepitación y limitación fim-cional.
  5. luxación o subluxación articular.

Desorden interno o disfunción témporo M. : su clasificación

Se caracteriza esta afección por le pérdida de las relaciones normales entre el disco con las superficies temporales y mandibulares. En lo que se refiere a su diagnóstico y clasificación existen discrepancias entre las distintas escuelas.

Nosotros empleamos la de Maglione (10) por la claridad de su enfoque desde el punto de vista etio-lógico, sintomático y terapéutico. A partir de aquí, las dividimos en tres grupos:

1) Por alteración neuromuscular, en:

  1. Mioespasmo: debido a estimulación prolongada, de origen nutricional, metabólico, emocional infecciosa, o mecánico.
  2. Miositis: el mioespasmo cuando es prolongado puede desembocar en un proceso inflamatorio.
  3. Miofibrosis: proceso degenerativo del músculo; genera acortamiento y limitación de la movilidad articular a partir de procesos inflamatorios crónicos. 

2) Por alteración primaria de la articulación T. M.:

  1. Artritis microtraumática recurrente:como el bruxismo, dando alteraciones de los tejidos articu-lares blandos, por mayor presión intrarticular.
  2. Funcional por desplazamiento de disco, con reducción: El deplazamiento es anteromedial, y durante el movimiento de apertura la relación cóndilo-disco está alterada el           cóndilo alcanza al disco que se reposiciona, produciendo a la pal-pación y auscultación un resalto en chasquido (clicking). Durante el recorrido se cierra, puede o no producirse otro resalto o "chasquido recíproco", indicando que no hay reducción del disco. Puede acompañar dolor, que es previo al chasquido de apertura.
  3. Funcional por desplazamiento del disco, sin reducción: El desplazamiento anteromedial es más severo, la porción intermedia del disco cambia de bicóncavo a biconvexo, aumentando de espesor, y cuando el     cóndilo se desplaza en un movimiento de apertura, se produce una limitación del mismo por obstrucción mecánica con disminución de la distan-cia interinicial de grado variable. Puede acompañar dolor de la A. T. M. del   lado afectado, y que se pro-duce por hiperextensión compensadora en la aper-tura.
  4. artrosis: de comportamiento similar a otra articulación.
  5. luxación: se produce en el movimiento de apertura.

 

3) Por alteraciones secundarias de la A. T. M.

  1. a.De crecimiento: hiperplasia, hipoplasia y neopla-sia. (osteoma)
  2. b.Inflamatorias: artritis macrotraumática y reuma-toide.
  3. c.Anquilosis: fibrosa por macrotraumas y hemo-rragias y ósea por osificación de las adherencias fibrosas.

Maglione (11) sobre una población de 821 pacientes que concurren a la cátedra Clínica II; 130 presentaban disfunción del sistema estomatognáti-co, y halló lo siguiente: el 86,7% de los examina-dos eran de sexo femenino; el dolor es el síntoma más frecuente entre los más jóvenes -21 a 30 años-y disminuye con la edad; en cuanto al movimiento, su limitación es menor en los más jóvenes y aumenta con la edad.

El estudio psicodiagnóstico ha permitido obtener datos que manifiestan la existencia de conflictos emocionales en pacientes disfuncionados (12).

Es posible señalar también la interrelación entre procesos de disfunción estomatognática y discordancias esqueléticas que actuarían como factor de riesgo (13).

MATERIAL Y MÉTODO

Sobre una población de 120 pacientes que accedieron a nuestra consulta por dolor articular y dolor muscular en maceteros, temporales, occipitales, del Externo Cleido mastoideo, escalenos y cutáneos del cuello, acompañados de limitación funcional TM; fueron sometidos sistemáticamente a estudios radiográficos bilaterales de la ATM, y ortopantomografía maxilar. Medicados con Diclofenac 100 mg. por día, durante 20 días, y Diazepan 5 mgs al acostarse. Dieta blanda, examen de la oclusión por su odontólogo y apoyo psicológico, según los casos. De este grupo, once no mejoraron y se les propuso tratamiento por artroscopía.

Instrumental

Usamos óptica de 1.9 mms de diámetro y visión angular de 30 grados. Cánulas de 2mms, 2 5mms y 3mms de diámetro, graduadas en milímetros hasta 45, para control de la profundidad articular. Palpador curvo y recto, tijeras, fórceps, cureta, escofina, pinza gubia con succión. Para sutura del disco usamos el "Meniscus Mender II" con material de sutura de Polidioxanono O. shaver cm. Motor para puntas de 2mms.

Técnica artroscópica

Siguiendo a Mc Cain (5) el paciente en decúbito supino, anestesia general con intubación nasal, región a operar totalmente horizontal. Se trata con marcador una línea canto externo a la porción media del trago, se delimita el ancho de su cartflago, y tomando el punto medio de este se marcan hacia adelante 10 mms, sobre la línea cantotrago y 2 mms, por debajo de ella; y que corresponde a la puerta de entrada del artroscopio. Se infiltra la cavidad con fisiológico, máximo 3cc y observamos el reflujo de 1 a 0.5cc por el émbolo de la jeringa; que confirma estar en articulación, se ingresa por la puerta de entrada con cánula y trocar punta aguda; se pasa rasando el borde cigomático, al atravesar cápsula se cambia el trocar y se profundiza la cánula hasta 25 mms. Se retira el trocar; el reflujo del fisiológico inyectado señala que estamos en cavidad; por ésta vía se produce al lavado para retirar coágulos; se introduce la óptica; a través de cánula se infla la articulación con el suero de lavado, y se

aprovecha para colocar una aguja intraarticular 22-g y de 1.5 pulgada estableciendo una irrigación contínua. Comienza el examen con las maniobras de Pistoneo, Giro y Barrido artroscópico.

Segunda puerta para la cánula de trabajo: Conduciendo el artroscópico dentro de la articulación lo más anterior y lateral posible. Otra cánula similar se acuesta sobre piel paralela y en contacto con el artroscopio. Se asegura la profundidad de éste y por la lectura comparada de ambas cánulas ubicamos la segunda puerta, lugar donde se introduce cánula con trocar agudo perpendicular al plano cutáneo penetrando bajo visión artroscópica al canal de receso anterior.

 

TABLA I 

En ella se resume la artroscopía quirúrgica dispensada al grupo seleccionado de 11 pacientes, clasificados según edad, sexo, patología TM uni o bilateral y síntomas que presentaban al momento de la consulta codificados en letras donde:

  1. Distancia interincisal en milímetros.
  2. Bruxismo.
  3. Crepitaciones Articulares.
  4. Dolor al movimiento articular.
  5. Chasquido en apertura (Clicking).
  6. CH Chasquido en apertura y cierre (clicking recíproco).
  7. Luxación T. M.
  8. Macrotrauma.
  9. Traba en cerrojo durante la apertura (Locking).

La columna en números romanos del I al IV señala las siguientes maniobras artroscópicas.

  1. Lisis
  2. Lavado
  3. Sinovectomia
  4. Sutura

Las cuatro últimas columnas mensionan: el tiempo de seguimiento expresado en meses; la apertura interincisal lograda con el método; la ganancia de apertura entre la consulta y su control alejado.

Los resultados fmales obtenidos se clasifican como:

3 Bueno - Sin dolor ni chasquido

2 Regular- Dolor y chasquido disminuidos 1 Malo - Persistencia de los síntomas

La artroscopía se realizó en el espacio articular superior; en todas se efectuó lisis y lavado; en 3, sinovectomia del tejido redundante, usando para ello el fórceps; en un paciente, para mantener en posición el menisco luxado, se completa con un punto de sutura. En un caso de exceso de sinovec-tomía del receso anterior, con rocío sangrante, se deja sobre el canal anterior una sonda Fogarty N94, durante 12 días inflando el balón con 0,75 de aire para separar sinovial y evitar adherencias, (6) a todos rehabilitación inmediata (25).

En un caso se indicó a la paciente ejercicios de veinte moviimientos por sesión, cuatro veces al día, con una férula abreboca "Therabite" durante seis meses.

Complicaciones

Que pueden ocurrir en el acto artroscópico.

  1. Daño al V, VII y VIII pares craneales.
  2. Daño al cartflago articular y al menisco.
  3. Dafio al oído medio. Hipoacusia (24).
  4. Lesiones de los vasos superficiales.
  5. Lesión de la arteria maxilar interna. (17)
  6. Infección articulat
  7. Edema no infeccioso.
  8. Paresia transitoria del nervio suborbitario por edema.
  9. Fístula cutáneo capsular.
  10. Rotura instrumental (7).

 

Complicaciones que hemos experimentado:

  1. Hipoacusia transitoria de dos semanas, por efusión del suero aplicado, repitiendo la tentativa en busca del llenado articular.
  2. Imposibilidad de entrar el artroscopio en ambas TM. El presente trabajo se hizo sobre 11 pacientes, pero se completó solamente en diez.
  3. Paresia transitoria del nervio facial, con imposi-bilidad de elevar la ceja por efusión del suero. Recuperación total a las 48 horas.
  4. Rayado del cartílago articular en la cavidad gle-noidea, con la punta del trócar agudo buscando la puerta de entrada artroscópica.

RESULTADOS

Se realiza un seguimiento de 2 años en el más alejado y de 60 días en el más reciente. Siete pacientes no pre-sentaban dolor y mantenían la ganancia de apertura, y no tenían chasquido. Dos pacientes, con dolor de tipo molestia de aparición discontínua especialmente al despertar y mantenían la ganancia de la apertura con chasquido disminuído pero continuo. Una paciente con la persistencia de todos los síntomas.

 

CONCLUSIONES

Nuestros resultados son coincidentes con las estadísticas de otros autores 4-23-1-18-14-16-20- 19.

Este método permite:

Un análisis funcional de la articulación.

Las ventajas de una biopsia dirigida.

Un diagnóstico de precisión.

Es un excelente método no invasivo para el tratamiento de los procesos de disfunción.

Por la irrigación contínua disminuyen los riesgos de infección.

Disminuye los riesgos de morbilidad quinírgica. Reintegro en menor tiempo a la actividad laboral. Permite inicio de rehabilitación inmediato al pro-cedimiento aprovechando el despertar de la aneste-sia.

El método requiere destreza y capacitación.

Resultado de once articulaciones TM tratadas por artroscopía

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REFERENCIAS

  1. Clark GT, DG Moody and sanders: Arthroscopic treatment of TMJ locking. Resulting from disc derangement, two year results. J. Oral. Maxillofac. surg 49 -157 -164 - 1991.
  2. Helmlund A Hellsing: Arthroscopy of the TMJ J. Oral Surgery 14 -169 - 1985.
  3. Henry Fred: Cirugía Bucal y Maxilo Facial. Articulación TM. Capítulo 20. 1975.
  4. Hoffmman David, Luis Cubillas: The effect of Arthroscopy Surgery on Mandibular range of motion. Journal of Cutaneo Mandibular practice. 0886 - 9674 201 001 0300/0.
  5. Mc Cain, De la Rua y Leblanc: Puncture Thecnical and portals of entry for diagnost and operativ Arthroscopy of the TMJ. The journal of Arthroscopy and related surgery 7 (2) 221 -232. 1991.
  6. Mc Cain, Ofilio Morales, AAoms: Surgycal Uddate of TMJ Surgycal Arthroscopy (en prensa).
  7. Mc Cain, Humberto De la Rua: "Foreing Body Retrieval a: Complication of TM Arthroscopy. J. Oral Maxillofacial Surg. 47: 1221 - 1225. 1989.
  8. Mc Cain, De la Rua: A modification of the double puncture Technique in TMJ. Arthroscopy. J. Oral Maxilo Facial Surg. 48: 760 -765 - 1990.
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  10. Maglione Horacio, Corizzo Ofelia, Oliva Carlos, Delligdisch Andres: Escuela Argentina de Oclusología y Disfunción Cráneo Mandibular. Clasificación y Diagnóstico. Divulgación y Actualización. Cátedra clínica II de Operatoria y Prótesis. Facultad de Odontología de la U. B. A.
  11. Maglione Horacio, Ripio S, Baremboin: Revista de la Asociación Odontológica Argentina. Vol. 70 Nº 6 Agost. Setiembre 1982. Frecuencia y Relación de los Síntomas en los procesos de disfunciónsistema Estomatognático.
  12. Maglione H, Roldan O, Psicóloga Recaseus H, Psicólogo Amarillo J: Disfunción Cráneo Mandibular. Incidencia de los Factores Psíquicos en pacientes disfuncionados.
  13. Maglione H: El plano oclusal y su relación con otros planos de referencia cráneo faciales en pacientes con disfunción estomatognática. Tesis de Doctorado U. B. A. Facultad de Odontología. 1977.
  14. Montgomery M, Van Sigkels, and Harms Success of the TMJ: Arthroscopy in disk desplacement with and Without Reduccion - Oral Surgery. Oral Med Oral Pathol June. 1991. Vol. 71 Number 6.
  15. Murakami Ichiro H, Kasumasa: Regional Anatomic Nomenclature and Arthroscopy Terminology in the Human TMJ Okajimas. Folia Anat. JPN. 58: 745- 1982.
  16. Muralcami Ichiro: The indications of Arthroscopy Sweep. for the patiente with Internal derangement of the TMJ. Rev. Estomatol chir maxillo fac vol 91. NQ 2 1990.
  17. Murphy S, Chan: Extra Dural Haematoma After TMJ Arthroscopy. A case report Int oral and Maxillofac surg. 1993.22: 332335. Munks Gaard. 1993.
  18. Nitzan D, Dolwic F, and Heft M: Arthroscopy in disk desplacement with and without reduccion oral surg oral med oral pathol. June 1991. Vol.71 NQ 6.
  19. Nueller Douglas, Alpern Michael, Ufema John: Arthroscopy Surgery of the TMJ. Dougals Nuelle suite 102. 2595. Harbor BLVD. Port Charlotte. FL. 33952.
  20. Perrot David, Alborzi, Azaden Kaban Leonard and Helms Clyde: A prospective evaluating of the effec-tiveness of. TMJ. Arthroscopy. Oral Maxillocfac. Surg. 8-1029 -1032- 1990.
  21. Libro de texto y Atlas en color de la ATM: Editado por Johne Norman y Bramley Paul. 1991.
  22. Stenga B, Bont de LGM, Dijkstra PU, Boering Shortterm. Outcome of Arthroscopy Surgery of TMJ Osteoartrosis and internal derangament. Randomized controlled. Clinicatrial. British Jounal of oral and maxillo facial surgery.
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  24. Van Sickles Josepn, Gary Nisniok Mark Hegewald and David Neal: Middle ear injury. Resulting from TMJ Arthroscopy. J Oral Maxillofac Surg. 45: 962965, 1987.
  25. Wilk Bruce J, Mc Cain: Rehabilitación of the TMJ After Arthroscopy Surgery. Oral Surg. Oral Pathol. 1992. 73531-6- 

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ARTROSCOPIA | VOL. 2, Nº 3 : 151-153 | 1995

 
ARTICULO ORIGINAL

Quistes meniscales, su tratamiento.

Dr. Jorge Antonio Santander
 
RESUMEN: Se presentan 12 pacientes con diagnóstico de quistes del menisco externo (uno portador de menisco discoideo) que consultaron, 10 de ellos por tumoración en cara lateral de rodilla por debajo de la interlínea articular externa, 1 por fístula de líquido sinovial consecutiva a cistectomía previa y 1 caso por bloqueo articular. Se realizó punción para confirmar diagnós-tico.

Se analiza la posible patogenia. Fueron tratados por meniscectomía parcial y cruentado de la comunicación articular. En 11 de los 12 pacientes se constató artroscópicamente lesión menis-cal. Se controlaron 11 pacientes con más de un año de evolución con buenos resultados y sin recidivas.

Abstract: Twelve patients with diagnostic of cystic lateral meniscus (one of them with discoid meniscus) are considered. Ten of them presented tender tumor in the lateral aspect of the knee joint, one a sinovial sinus tract consecutive to a prior isolated cystectomy and the other com-plained of locking of the knee. In 10 cases punction aspiration confirmed the diagnostic. The possible pathogenesis is analized. The treatment consisted in pardal meniscectomy and curet-tage of the capsular defect

In all cases but one was arthroscopically confirmed the presence of meniscal tear. Eleven patients were evaluated with a minimun follow up of a year with good results without recurrence of the cyst.

INTRODUCCION

El objetivo de esta presentación es comunicar la experiencia realizada con el tratamiento de los quistes del menisco externo. Motiva el inicio de este estudio el fracaso en nuestras manos del tratamiento incruento de la patología para evitar su recidiva y alivio total de los síntomas; así como también el convencimiento de que se originaba en una patología intraarticular, y de no ser solucionada ésta, no se podría lograr la curación.

MATERIAL Y METODO

Sobre un total de 325 artroscopías realizadas en el período comprendido entre Marzo de 1986 y Julio de 1994, se trataron12 quistes de menisco externo. De ellos, 7 pacientes fueron de sexo masculino y 5 femenino. Las edades oscilaron entre los 15 y los 53 años de edad.

En 10 pacientes el motivo de consulta fue dolor y aparición de tumor en cara lateral de rodilla, locali-zada a nivel, 6 a 1 6 2 centímetros por debajo de la interlínea articular, y en la mayoría de los casos a posterior del tubérculo de Gerdy.

En un caso el motivo de consulta fue una fístula de líquido sinovial consecutiva a una cirugía realizada por un cirujano general, presentándose el paciente dos meses después de operado a la consulta en ese estado. En otro caso (el único que presentaba menisco discoideo) el motivo fue bloqueo articular. En los casos en que estuvo presente, fueron 10, la tumoración fue remitente y varió en tamaño desde 2 x 2 cm hasta el más grande, caso 12, que medía 3 x 3 cm.

La duración de los síntomas fue desde un año hasta tres meses antes de la consulta, siendo en general de comienzo insidioso y progresión lenta.

Se utilizó punción evacuadora con aguja de grueso calibre (dado que el contenido es gelatinoso) para obtener el material que confirme el diagnóstico. Como lesiones asociadas se halló en un sólo caso la combinación de ruptura del ligamento cruzado anterior y el menisco interno.

Las radiografías y los estudios de laboratorio fueron nonnales.

Resonancia Magnética Nuclear se solicitó en un solo paciente siendo informada como normal, pre-sentando el mismo una lesión horizontal del menis-co extemo en su tercio medio.

Se les realizó a todos los pacientes artroscopía, debiéndose señalar que al caso 1, llevado a cabo el 26/9/86 se le practicó artroscopía con fistulografía con azul de metileno, obteniéndose el colorante en la articulación.

Se constataron las siguientes lesiones:

5 Horizontales del tercio medio

3 Compuestas del tercio medio

2 Horizontales del tercio anterior

1 Compuesta cuerno posterior

1 Caso, que correspondía al quiste clínicamente de mayores dimensiones, no presentaba en la semio-logía artroscópica lesión en el borde libre ni en sus caras tibial o femoral; si bien se apreciaba un engrosamiento en su parte media a nivel del tercio medio, dado la característica clínica, más la punción preoperatoria positiva se comenzó a trabajar el menisco con pinza basket en su parte media y al llegar a su tercio extemo el contenido quístico se volcó en la articulación, hecho que es fácilmente apreciable porque dada su viscosidad no se mezcla con el líquido de lavado articular.

Una maniobra que se realiza una vez localizada la lesión meniscal consiste en introducir una aguja desde el centro del quiste hasta intraarticular, que habitualmente aparece coincidiendo con la zona lesionada.

En todos los casos, excepto el del menisco discoideo se continuó en la zona afectada del menisco discoideo, se continuó el trabajo de la zona afectada del menisco hasta llegar al borde periférico y allí se observa el hiato que comunica a través de la cáp-sula con la zona extraarticular. En este tiempo de la cirugía se realiza un cruentado del trayecto con resector sinovial motorizado buscando que produzca una reacción cicatrizal que evite la recidiva. Se conserva el anillo periférico de la zona afectada y el resto del menisco, buscando dejar una transición suave hacia el cuerno anterior y el posterior.

El cuidado postoperatorio es similar a cualquier cirugía artroscópica parcial del menisco, aunque el período de rehabilitación ha sido algo más prolonga-do por persistir alguna tumefacción en la cara lateral de rodilla.

Con respecto a los resultados se excluye el caso operado el 20/5/94 por su corto seguimiento. El resto de los pacientes supera el año de control. No hubo recidivas del quiste y todos volvieron a su nivel de actividad previo a la aparición de los sín-tomas, incluso los que practican deportes recrea-tivos. No hubo casos de deportistas de alta exigencia.

 

DISCUSION

La patogénesis de los quistes meniscales continúa siendo controvertida. Una de las explicaciones la vincula con el mayor volúmen del menisco externo en su zona media y posterior y al estar alterada la vascularización periférica en esa zona por el hojal del poplfteo la hace más susceptible a la degene-ración mucoide, y también de allí la mayor frecuen-cia de aparición de esta patología en el menisco externo.

Reagan y col. (13) en su trabajo mencionan dos posibles etiologías: a) una lesión comienza en el menisco y desde allí se extiende hacia la perisferia y b) la lesión comienza con un trauma compresivo en la periferia vascular y se extiende centralmente produciendo una lesión meniscal, o periféricamente dando lugar al quiste, o bien en ambas direcciones. Se han mencionado teorías sobre la presencia de células productoras de mucoide en el interior de la sustancia meniscal de origen congénito o adquirido de causa traumática, pero el trabajo de Barrie (1) en 1979 hecho sobre estudios histopatológicos de especímenes de meniscectomías demostraron lesiones horizontales en todos los casos de quistes meniscales, hecho que han corroborado estudios más recientes. Barrie (1) encontró una frecuencia de 7.1% de lesiones quísticas (entre las micro y macroscópicas) en una serie de 1571 meniscos estudiados. Ferrer y col. (3) consideraron que los quistes se deben a degeneración mixomatosa que obedece probablemente a una reacción inespecífica a los traumatismos, y que es común hallarlos.

En cuanto a la frecuencia varía también segin' .1 los autores dese Passler y col (11) que mencionan 16 casos en 1160 artroscopías (1.4%) hasta quienes consideran, como Glasgow (5), que es una patología relativamente frecuente y muchas veces no diagnosticada, presentando una casuística de 98 quistes en 95 pacientes en el período comprendido entre 1979 y 1990 con una serie quinírgica de 72 quistes en 69 rodillas.

En la presente serie tiene una incidencia mayor en el total de artroscopías (3.7%), pero quizás tenga relación con la indicación de la artroscopía general, pues en la serie hubo un sólo hallazgo (el del menisco discoideo) y el resto fueron diagnosticados previo a la indicación de la misma.

Su relación con lesiones meniscales: en esta serie hubo 11 lesiones evidentes del menisco de las cuales 10 se localizaban en la parte media y ante-rior y sólo una en el tercio posterior.

En la serie de Passler (11) hubo 12 lesiones en 14 quistes. En la Glasgow (5) encontraron lesiones meniscales en los 72 casos. López (7) halló una frecuencia del 100% en 17 meniscos. Parisien (10) comunicó también lesión en todos los meniscos operados para un total de 24.

Todas las series coinciden en que la lesión se encuentra en la parte media o anterior del menisco. En cuanto al tratamiento se ha recomendado desde el tratamiento abierto sólo del quiste, la combi-nación del tratamiento intraarticular con el abordaje abierto del quiste, y el procedimiento artroscópico intraarticular exclusivamente de la lesión meniscal, con o sin evacuación del contenido del quiste hacia el interior de la articulación y cruentado del trayec-to comunicante.

Flynn y Kelly (4) recomendaron que en ausencia de lesión meniscal se resecara solamente el quiste y presentaron 11 pacientes tratados con esa modalidad sin recidivas con un seguimiento mínimo de un año y un promedio de 7.5.

Sin embargo Seger y Woods (14), Metcalf (2), Lopez (7), Glasgow y col. (5) con la serie mayor (72 casos), y en nuestro medio Raijman y Berenstein (12) con 14 casos, consideran que el tratamiento artroscópico con meniscectomía parcial y cruentado de la fístula es el tratamiento de elec-ción. En estas series y con esa conducta terapéutica no ha habido recidivas del quiste.

CONCLUSION

Se comenzó a realizar el tratamiento de los quistes meniscales que se manifiestan en la cara lateral de la articulación con un procedimiento intraarticular (tratar la lesión meniscal) en el convencimiento de que esa manifestación clínica, el quiste, es secundaria a la patología meniscal, y que la solución de ésta traería como consecuencia la curación. A la vista de la revisión bibliográfica y de la experiencia obtenida concluímos en que el tratamiento por vía artroscópica de la patología meniscal, con el cruen-tado del trayecto comunicante es una terapéuti-ca suficiente para tratar los quistes meniscales.

Es de destacar la escasa frecuencia de asociación con otras lesiones intraarticulares, fundamentalmente del ligatnento cruzado anterior, en la serie un sólo caso, y en el resto en general no se mencionan lesiones asociadas, a diferencia del resto de las lesiones meniscales en que la presencia de la insuficiencia del ligamento cruzado se enima en más del 80%, lo que lleva a pensar que la causa de las lesiones quísticas podría tener relación con el microtraumatismo más que con la alteración bio-mecánica de la articulación por inestabilidad como ocurre con el resto de las lesiones meniscales.

BIBLIOGRAFIA

  1.  Barrie HJ: The pathogenesis and significance of meniscal cyst. JBJS (B) 1979; 61B: 184-9.
  2. Campbell: Cirugía Ortopédica. Octava Edición. Editorial Panamericana. 1993. Vol. 2. Págs. 1440-41 y Pág. 1717.
  3. Ferrer, Roca, Villata: Lesion of meniscus. Part II. Horizontal cleavages and lateral cyst. Clinic Orthopedic 1980 B; 146: 301-7.
  4. Flynn M, Kelly JP. Local Excision of Cyst of Lateral Meniscus of the Knee without Recurrence. M. B. M. S.(A) 1976; 58B: 88-9.
  5. Glasgow MM, Allen PW, Blakeway C: Arthroscopy Teatment of Cyst off the Lateral meniscos. M. B. M. S.(B) 1993. 75 (2) 299-302.
  6. Lanza B, Singer KM: Meniscal Cyst: Chin Sports Med. (United Stades), Moly 1990,9 (3) 707-25.
  7. Lopez RA: Arthroscopy Management of Cysts of the Lateral Meniscos. Arthroscopy Management of Cysts of the Lateral Meniscos. Arthroscopy 1990. 6. 156-7.
  8. Milis CA, Henderson Cysts of the Medial Meniscos. Arthrocopy Diagnosis and Management. M. B. M. S. (B). Mar 1993 75(2) pg 293-8.
  9. Moddo BN, Barrie ML, Morris MA: Aspiration and Injection for Meniscal Cysts. M. B. M. S. (B). Mol 1992, 74 (4) p627-B.
  10. Parisien MS: Arthroscopy Treatment of Cysts of Menisci. A Preliminary Report. Clinic Orthopedic (United States) Aog 1990. (267) p154-8.
  11. Passler MM, Hoffer HP; Peicha G, Wildborger R. Arthroscopy Treatment Of Meniscal Cysts. M. B. M. S. (B) Mar 1993, 75 (2) p 303-4.
  12. Raijman M, Berenstein M: Tratamiento Artroscópico de los Quistes Meniscales. IV Congreso Argentino de la Asociación Argentina de Artroscopía. Abril 1993.
  13. Reagan WD, McConkey MP, Loomer RL, Dadvidson RG. Cysts of the lateral Meniscos: Arthroscopy ver-sus Arthroscooy plus open Cystectomy. Erthroscopy Management of Lateral Meniscos Cysts. Am. M Sorts Medicine (United States). Mar 1986.14 (2) p 105-B.
  14. Woolf VM, Wilde GP: Meniscal Cysts and Tears. M. B. M. S (B). Mar 1993, 75 (2) p 334.

 


*) Para optar a miembro titular.

Azopardo 2929. Olavarría. Tel.: (0284 21959)

 

ARTROSCOPIA | VOL. 2, Nº 3 : 154-158 | 1995
 
ARTICULO ORIGINAL

Menisectomía parcial en menisco discoide por vía artroscópica

Sesin, Roberto David

Resumen: Se analizan cinco pacientes afectados de lesiones del menisco discoide sobre un total de quinientos veintiocho (528) artroscopías con diagnóstico preoperatorio de síndrome meniscal.

Se toma en consideración la presentación clínica, técnica quirúrgica y resultados.

Abstract: They are analyzed five patients affected of lesions of the discoid meniscus, on a five hundred and twenty eight (528) arthroscopy with a preoperatory diagnose of meniscal syndrome.

It is taken in consideration the clinic presentation, surgical technique and results.

INTRODUCCION

El diagnóstico clínico de menisco discoide, al igual que otras patologías intraarticulares, no es sencillo, debido a lo inespecífico de su sintomatología.

En 1889 surge la primera descripción anatómica de un menisco discoide lateral Young (8); en 1910 Kroiss describe el término "SNAPPING KNEE SYNDROME"; en 1930 Watson Iones describe el primer discoide medial y en 1962 Watanabe (7) efectúa la primera menisectomía artroscópica.

En los últimos años, la artroscopía y resonancia magnética nuclear han contribuído considerablemente a mejorar su conocimiento y tratamiento.

MATERIAL Y METODO

Entre Abril de 1986 y Diciembre de 1993, se realizaron, en nuestra práctica privada y hospitalaria, quinientos veintiocho (528) artroscopías de rodilla con diagnóstico preoperatorio de síndrome meniscal. Se observaron cinco meniscos discoides (0, 947 %). La edad promedio fue 25 años (12-40),

tres hombres y dos mujeres, tres casos fueron rodi-
lla derecha y dos izquierda, cuatro meniscos fueron
externos y uno interno (ver Tabla I) (ver Fotos 1, 2Y 3).

 

TABLA 1:
Clasificación de Watanabe

Incompletos: 1 (interno)
Completos: 4
Tipo Wrisberg: -

 

Cuatro fueron hallazgos artroscópicos y uno fue diagnosticado en base a la clínica, edad y antecedentes familiares del paciente (madre con menisco discoide), circunstancia infrecuente dado que los factores genéticos no tienen un rol importante (3). En este caso las Rxs. anteroposteriores demostraron un aumento relativo del espacio articular lateral. La R. M. N. realizada a este paciente (ver Fotos 4 y 5) confirmó la sospecha diagnóstica por las dimensiones del menisco afectado, en concordancia con lo descripto por Araki y colaboradores (2), detallaron que el menisco discoide presentaba un promedio en su altura en la porción media de 21,9 mm. (Control 8,6 mm.) y una cobertura tibial de 29,4% (Control 12,0 %) del ancho de la tibia. La sintomatología preoperatoria de los cinco casos se resumen en la Tabla II.

02_03_03_foto1

FOTO I:

Menisco Discoide Completo. Paciente Masculino de 40 años.

Rodilla Derecha.

 

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FOTO II:
Menisco Discoide Completo. Paciente Femenino de 36 años. Rodilla Izquierda.

 

TABLA II:
Síntomas Preoperatorios

Dolor: 5
Hidrartrosis: 3
Inestabilidad: -
Chasquido: 2
Bloqueo Articular: 1

 

Técnica quirúrgica

Se realizó anestesia peridural en cuatro y general en uno (niño de 12 años). En dos casos se trabajó sin manguito hemostático. La duración promedio de la cirugía fue 45 minutos. Todos fueron pacientes ambulatorios.

Se utilizaron los tres portales habituales, superomedial, inferomedial e inferolateral. No fueron necesarios portales accesorios. El instrumental y artroscopio se alternaron en los portales inferiores de acuerdo a necesidad. Se utilizó pinza Basquet de 15 grados, Bisturí "Banana", suctión Punches e instrumental motorizado.

Se observaron cuatro lesiones radiales y una lesión horizontal en la sustancia del menisco (Figura I).

 En todos los casos se realizaron menisectomías parciales centrales. Se conservó el anillo meniscal periférico con buena inserción tibial.

A un discoide aparentemente indemne se le realizó menisectomía parcial debido a que no se encontró otra anomalía articular, y se comprobó una lesión horizontal en su sustancia.

Un paciente presentaba cambios moderados de condromalasia en platillo tibial y cóndilo femoral laterales.

En ningún caso fue necesario realizar artrotomías complementarias como menciona Ryu J. y colaboradores (5), todas las cirugías fueron registradas en video TV.

Se indicó deambulación con apoyo parcial con muletas desde el primer día del postoperatorio hasta las 72 horas (el niño necesitó una semana). Ejercicios isométricos y de movilidad activo-pasivo desde el día uno. Todos los pacientes regresaron a su actividad física habitual en un promedio de 30 días. El niño necesitó apoyo fisioterapéutico.

En un paciente persistió sensación de resalto articular y dolor en interlínea lateral con exigencias deportivas, lo que motivó su reintervención artroscópica a los sesenta días. En la misma, no observamos patología asociada y el remanente meniscal estaba indemne; ampliamos el márgen de resección del cuerno anterior que creíamos insuficiente, evolucionando favorablemente.

 

DISCUSION

El tratamiento artroscópico del menisco discoide es más dificultoso que el menisco normoconfigurado,al estar reducido el espacio útil para el manejo del instrumental artroscópíco.

En todos los casos se conservó el anillo periférico meniscal y se logró una inspección articular completa,todas fueron cirugías ambulatorias y los pacientes presentaron una recuperación funcional más rápida que con la cirugía convencional. Se necesitó reintervención en un paciente ya descripto anteriormente.

Se considera que la menisectomía parcial es la indicaciónpara el menisco discoide sintomático, a excepción del tipo Wrisberg, donde preconizamos la menisectomía total o subtotal.

A pesar del buen resultado del seguimiento a media no plazo de nuestros pacientes, no descartamos que en un futuro pueda haber lesión del anillo meniscal remanente (Sugawara O. y colaboradores) (6).

02_03_03_Foto3a

 

 

02_03_03_foto3b

FOTO III:

Menisco Discoide Interno Incompleto. Paciente Masculino de 18 años. Rodilla Izquierda.

 

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FOTO IV:
Resonancia Magnética
Nuclear. Corte Frontal
Menisco Discoide.

 

02_03_03_Foto5

FOTO V:

Resonancia Megnética Nuclear. Corte Axial. Menisco Discoide

 

 

BIBLIOGRAFIA

  1. Aichroth P, Patel D, Marx C: Con genital Discoid Lateral Meniscus in Children - J. Bone Joint Surg(Br) 73-B: 932-6 - 1991.
  2.  Araki Y, Otami M Furukawa, Yamamoto, Todoma K,and Mitomo M: M R 1 of Discoid Lateral Meniscus.Mippen Igaku Hoshasen - Gakk:ai- Zasski. 51 (10) P1189-94 Oct. 1991.
  3. De Lambilly C, Pascarel, Chauvet JF, Marle JL and Hanton JL: External Discoid Menisci. Apropos of afamiliar series of six cases. Rev Chir. Orthop.; 77(5);P 359-611991.
  4. Fujikawa K, Iseki F, Mikura y: Parcial Resection of the Discoid Meniscus in the Chíld's Knee. J. Bone Joint Surg (Br) 638, Nº 3 1981.
  5. Ryu J, Kobayashi S, Sanos S, Toriyama S: Plastic Parcial Menisectomy for the Discoid Meniscus in Children. Mippon Sekeigeka - Gakkai - Zasshi 64
  6. (10), P 920:7 -Oct, 1990.
  7.  Sugawara O, Niyatsu M, Yamashita 1, Takemitsu Y,Onozawa: Problems with Repeated Arthroscopic Surgery in Discoid Meniscus. Arthroscopy 7 (1); P68-711991.
  8. Watanabe M, Takeda S, Ikeuchitt: Atlas of Arthroscopy Third Edition. Springer - Verlag 1979.
  9. Young RB: The External Semilunar Cartilage as a complete disco In: Cleland J, Mackey J, and Young RB. Memoirs an a memoranda in anatomy. London: William and Morgate 1889 

(*)(5009) Ciudad de Córdoba - T. E. 051-811606 La Posta 3946 - B2 Alto Verde

 

Clínica Privada Reina Fabiola

Oncativo esq. Jacinto Ríos

Ciudad de Córdoba - República Argentina.

 

 

ARTROSCOPIA | VOL. 2, Nº 3 : 159-165 | 1995
 
ARTICULO ORIGINAL

Programa de Rehabilitación Precoz post artroscopía en la reconstrucción del L. C. A.

Kinesiólogo Fisiatra: Dr. Raúl H. Seba, Dr. Mario Berenstein Dr. Miguel Raijman

RESUMEN: El tratamiento quirúrgico de la lesión del L. C. A. ha sufrido cambios muy importantes en los últimos años.

Se han mejorado las técnicas quirúrgicas a cielo abierto con prolongados períodos de inmovilización con yeso (de 35 a 45 días), por cirugía artroscópica con períodos ínfimos de inmovilización con férulas de extensión y apoyo casi inmediato del miembro operado protegido con muletas; y por supuesto las técnicas de rehabilitación han cambiado junto con las técnicas quirúrgicas, por lo tanto los kinesiólogos, de ser simples receptores de pacientes operados, pasamos a ser integrantes de equipos médicos presenciando las cirugías artroscópicas, para así tener un conocimiento exacto de las nuevas técnicas.

Presentamos en este trabajo un programa de rehabilitación precoz en la reconstrucción del L. C. A. por artroscopía por la técnica del tendón patelar y tomillos interferenciales. (J. Andrews)

SUMMARY:The injury's surgery treatment of A. C. L. has suffered very importants changes at the last years.

The surge'ry treatment has been changed with longer periods of immovable with plaster (about 35-45 days) for arthroscopy surgery with lowest periods of immovable with brace of extension and support almost contiguous of the operated member protected with prop; of course the rehabilitation treatment and surgery treatment have changed, wherefore the therapeutic to be simples operated patient's reception, we pass to be member of medical equipment attending the arthroscopy surgery in other to have an exact knowledge of the new technics.

We present in this work a rehabilitation accelerated's programe in the A. C. L's reconstruction for arthroscopy for the technic patellar tendon and Kurosaka clamps. (J. Andrews)

INTRODUCCION

Los que trabajamos en rehabilitación con deportistas sabemos muy bien lo que significaba una lesión del L. C. A. para ellos. Hace unos 15 arios atrás significaba dejar la práctica del deporte en forma profesional. Hasta unos 10 arlós atrás, el deportista se reintegraba a la práctica del deporte aproximadamente entre los 12 a 18 meses de la operación. Pasaba primeramente por un largo período de inmovilización con yeso, que variaba de 35 a 45 días, luego seguíamos con movilización forzada para conseguir movilidad articular puesto que, por períodos tan prolongados de inmovilidad dejaba como secuela una articulación rígida (artrofibrosis) y una gran atrofia de todo el miembro inferior consecuentemente al stress operatorio y la inmovilización.

A muchos de ellos había que inmovilizarlos en forma forzada bajo anestesia puesto que era casi imposible conseguir movilidad por técnicas manuales y luego colocarles en movilidad asistida contínua durante aproximadamente 10 días. Recién entonces comenzábamos con el trabajo de musculación puesto que hasta ese momento no teníamos un rango de movilidad aceptable para poder trabajar contra resistencia. Imaginemos entonces el tiempo transcurrido desde la operación y el sufrimiento que soportaban estos "pacientes deportistas"; aunque se reintegraban a la práctica deportiva un gran porcentaje de ellos nunca conseguían una funcionalidad normal de su articulación operada. A pesar de que las técnicas artroscópicas acortaban el tiempo de inmovilización igualmente la protección articular eran excesivas, las férulas en extensión se usaban de 6 a 7 semanas, y por igual período de tiempo la deambulación se realizaba con muletas, por lo tanto también se retrazaba la rehabilitación y por lo tanto aparecían dolores articulares, rigideses, limitación de la flexión y extensión; rigidez en la movilidad de la rótula y seguíamos luchando contra atrofia muscular de todo el miembro inferior.

Hoy con las nuevas técnicas de cirugía artroscópica; con la fijación del injerto más firme (Hueso -Tendón - Hueso - Tornillo interferencial) y las nuevas técnicas de rehabiltación en forma precoz todas estas complicaciones han disminuído sensiblemente.

MATERIAL Y METODO

Programa de Rehabilitación Precoz

Hace unos años comenzamos a tratar a los pacientes operados de L. C. A. en forma precoz, para la cual, tenemos que presenciar la cirugía Como miembros de equipo en la atención integral del paciente y tener un buen conocimiento de la mecánica funcional de la articulación de la rodilla, de los elementos estáticos y dinámicos que siguen los movimientos de esa articulación.

El paciente al salir del quirófano ya tiene que tener crioterapia que le envuelva la articulación de la rodilla en su totalidad y se cubre con el vendaje elástico, para la rápida resolución del derrame.

Si clínicamente el paciente se encuentra apto, comenzamos con la rehabilitación a las 48 hs (1) o 72 hs de post operatorio, con movilización suave de la rótula en sentido lateral y sagital y movilización lateral del tendón patelar, para evitar la fibrosis post operatoria. (2)

Masajes suaves en sentido distal a ambos lados del tendón, en las zonas pararotuliana interna y externa y del saco subcuadricipital para favorecer la rápida resolución del derrame articular.

Se le enseña al paciente a contraer isométricamente el cuadríceps traccionando suavemente la rótula en sentido distal y pidiéndole al paciente que contraiga el cuádriceps, consiguiendo la contracción del mismo, tiene que mantener esta contracción 5 seg. con 10 seg. de reposo.

Luego se envuelve un pack de crioterapia sobre la rodilla que se va a mantener toda la sesión. Se realiza E. Estimulación de cuadríceps (3) de baja intensidad para evitar contracciones bruscas del músculo y "tironeamiento" excesivo del tendón patelar recientemente operado; a lo que sigue con ejercicios de Flexo Extensión de tobillo con banda elástica (THERABAND) solamente la flexión plantar realiza resistencia, la flexión dorsal del tobillo es asistida, para evitar la posible rotación de la tibia sobre el fémur.

 

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Foto 1:

Paciente inicia el tratamiento de Rehabilitación con la primera cura.

 

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Foto 2:
Movilización de rótula y tendón rotulíano.

 

Entre el 42 y 79 día (siempre con crioterapia sobre rodilla) se le agrega al trabajo anterior elevación del miembro inferior (Flexión - Extensión - Adducción - Abducción) a 452. Se realizan ejercicios de flexión activa de rodilla siendo la Extensión asistida por el profesional.

Patrón de trabajo: (4) los músculos flexores de la rodilla hasta conseguir los 902 de flexión. Se repiten todos los ejercicios 40 veces cada uno con pausa cada 10 movimientos y se realizan dos veces por día; y siempre, luego de la sesión se debe mantener la crioterapia por lo menos 30 minutos.

En la r semana: se continúa con el trabajo anterior y la crioterapia sobre la rodilla durante toda la sesión y se le agregan ejercicios isométricos de cuadríceps manteniendo la contracción 10 seg. con 10 seg. de pausa. elevación del miembro inferior (fx. -ex. -add. -abd.) contra una resistencia de lkg. y se aumenta el trabajo de flexión activa, llegando hasta los 902 fácilmente, si no es así se moviliza suavemente tratando de reproducir el movimiento normal de la articulación (rodamiento y deslizamiento) y no abriendo la articulación como una simple "bisagra".

 

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Foto 3: Estimulación de cuadriceps con pack de crioterapia sobre la rodilla.

 

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Foto 4: Patrón de trabajo: Musculos flexores contra resistencia-extensión pasiva.

 

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 Foto 5: Movilización activa-pasiva de la flexión de la rodilla.

En la 32 semana: el paciente ya se encuentra sin férula y sin muletas, solamente usa una rodillera articulada. Se rehabilita la marcha para evitar patrones anormales. Se repite el trabajo anterior y los ejercicios de flexión se realizan en polea contra resistencia moderada siendo la extensión asistida por la polea. Ejercicios de extensión sentado sin resistencia, solamente contra la gravedad de 309 a 09 y mantener la rodilla extendida 5 seg.

Ejercicios en polea en posición de pie con rodilla extendida (fx.- ex. -add.-abd.)

Ejercicios en bicicleta en forma lenta hacia adelante y hacia atrás para aumentar la movilidad. Ya en la 49 semana se suspende la electroestimulación, siguen con los ejercicios de la semana anterior y se agregan ejercicios en respaldar de automovilización en posición de pie y a la vez miniscuats de 459 a 02 se le agrega resistencia a los flexores. Los ejercicios de extensión de 40° a 0° los podrán realizar contra resistencia de lkg.

Comenzarán con natación y ejercicios de steep y bicicleta con resistencia graduada.

Entre la 5º y la 6º semana la movilidad articular deberá ser normal Extensión 09; Flexión 130° si no es así se deverá forzar la flexión y la extensión se forzará suavemente sin presionar sobre la rótula. Los ejercicios de flexo extensión se realizarán contra resistencia de 809 a 0° aumentando los mismos en forma gradual y progresiva; se trabaja con peso máximo de 809 a 20°. En la 62 semana trabajará en flexión y extensión en máquinas (Cibex-Nautilusetc.) y en poleas. Cinta de marcha a treadmil con velocidades graduales.

 

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Foto 6: Movilización activa-pasiva de la EXTENSION de la rodilla sin presionar sobre la rótula

Entre la 79 y 109 semana se incrementarán las resistencias en los ejercicios de Flexo Extensión y se realizarán de 80° a 09. Se varían las resistencias y las velocidades de los ejercicios, se trabaja con máxima resistencia y mínima velocidad para ejercitar las fibras de contracción lenta (fuerza) y ejercicios con mínimo peso y máxima velocidad para ejercitar las fibras de contracción rápidas (potencia).

 

El déficit de las fibras de contracción rápidas es mayor, que el de las fibras de contracción lentas, por lo tanto habrá que poner énfasis en recuperar la potencia muscular. En este período el trabajo a realizar es incrementar y normalizar la función articular y muscular y preparar al paciente para las etapas siguientes que son "funcionales".

Entre las 119 y 139 semanas se continúa con el trabajo anterior aumentando las resistencias progresivamente y se comenzará a realizar ejercicios de vasto interno y externo de 209 a 09.

La fuerza muscular de los flexores y extensores tendrán una fuerza del 80° de la normal y se realizará trote en el mismo lugar y saltar con ambas piernas juntas. Entre las semanas 149 y 164 se incrementa el trabajo anterior y comenzaremos con marcha y trotes intercalados de igual duración de tiempo; se realizarán gestos específicos del deporte a realizar, ejercicios de destreza y agilidad mejorando la coordinación y la función de los propioceptores.

A partir de la 174 semana se seguirá y aumentará el trabajo anterior en forma progresiva; el tiempo de trote será mayor que el tiempo de marcha, para pasar luego al trote continuo, los ejercicios de agilidad y destreza se incrementarán en tiempo y forma (desplazamientos laterales - slalon - correr en ocho - giros rápidos, etc.). Realizarán actividad deportiva de menor a mayor para realizar actividad deportiva normal aproximadamente en el 69 mes.

Continuaremos con un programa de mantenimiento de la potencia y fuerza muscular mientras realice actividad deportiva profesional.

RESULTADOS

En un total de 123 pacientes con cirugía artroscópica reparadora del L. C. A. realizamos un seguimiento de 18 deportistas profesionales durante 3 años (muchos de ellos aún en actividad) de entre 20 y 27 años de edad; que reiniciaron su práctica deportiva entre los 5 y los 6 meses post opertorio, hemos observado que comenzaban a tener dolores articulares localizados a nivel de la interlínea interna de la rodilla, del tendón patelar y sobre todo en la zona poplítea, al reiniciar el plan de fortalecimiento, éstas molestias desaparecerían. Por lo tanto instauramos un plan de mantenimiento de la fuerza y potencia muscular mientras dure su práctica deportiva activa.

Pensamos que en Rehabilitación aún queda mucho camino por recorrer y los resultados serán más alentadores.

CONCLUSIONES

En el programa de Rehabilitación Precoz, la única fisioterapia que usamos es la E. Estimulación hasta las 4 semanas, como elemento antiinflamatorio utilizamos la crioterapia mientras realizamos el tratamiento kinésico y luego el mismo en períodos de 30 min. cada 2hs. Las muletas y la férula de extensión se retiran a los 15 días y se coloca una rodillera articulada. Los ejercicios de rehabiltación se realizan en series de 10 movimientos hasta completar 4 o 5 series y las repetirán 2 veces por día. Los ejercicios de Flexo extensión los realizamos a partir de los 802 a 02, no trabajamos nunca en ángulos mayores de 902 para evitar la hiperpresión rotuliana y el roce de la cara posterior del tendón rotuliano contra las carillas articulares del fémur (según trabajo de Aglietti y Col.) con lo que evitamos dolor e inflamación del tendón operado. El patrón de trabajo activo de las primeras 4 semanas es el trabajo de los músculos flexores de la rodilla. Los ejercicios de Flexión y Extensión se deben realizar en ángulos correctos para evitar la elongación del injerto. La referencia cronológica en semanas es a referendum, lo que verdaderamente tomamos para los cambios de trabajo son los cambios biológicos (fuerza - potencia - movilidad articular y estado general del paciente). Estos cambios de trabajo especialmente a partir de la 42 semana tiene que estar muy bien controlados por el Médico y Kinesiólogo; es preferible cambiar de trabajo 3 días después y no un día antes; para evitar procesos inflamatorios que retrasarían la Rehabilitación.

BIBLIOGRAFIA

  1. Insall J.: Surgery of the knee. 1984 Edit. Panamericana. Pag. 34: 52-390: 417.
  2. Aglietti y col.: Patellar pain and incongruence. Clin. Orthop. 176: 217-1983.

PROTOCOLO 60 DE REHABILITACION
PARA RECONSTRUCCION DE L. C. A. POST
ARTROSCOPIA

Post Operatorio la. Semana

Frío en rodilla durante todo el tratamiento

  1. Mov. de rótula y tendón rotuliano.
  2. E. est. en cuadríceps de baja intensidad.
  3. Ej. isométricos de cuadríceps manteniendo 5 seg.
  4. Ej. de fx. ex. de tobillo.
  5. Fx. - Ex. -Add. y abd. de miembro inferior a 452.
  6. Fx. pasiva de rodilla en posición sentada 90°.
  7. 20 a 30 min. de crioterapia.

Post. Operatorio 2a. Semana

Frío en rodilla durante todo el tratamiento

Continuar con el trabajo de la la. semana y agregar:

  1. Ej. isométricos de cuadríceps manteniendo 10 seg.
  2. Fx. plantar de tobillo contra resistencia (Theraband).

Fx. dorsal de tobillo - libre.

  1. Fx. -Ex. - Add. abd. contra resistencia 1 kg. a 452
  2. Luego del trabajo 20 a 30 min. de crioterapia.

Post Operatorio 3a. Semana

Continuar con el trabajo de la 2a. semana y agregar:

  1. Aumentar la fx. pasiva.
  2. Ej. de fx. contra resistencia en polea.
  3. Ext. pasiva en polea.
  4. Ej. de ext. sentado c/gravedad de 302 a 02 mantener 5 seg.
  5. Rehabilitación de la marcha sin muletas.
  6. Ej. en Polea de Pie con Rodilla Ext. (fx. -ex. - add. -abd.).
  7. Bicicleta.

6. Luego del trabajo 20 a 30 min. de crioterapia.

Post Operatorio 4a Semana

Continuar con tratamiento anterior y agregar.

  1. Ej. de fx. en polea aumentando la resistencia.
  2. Ej. de ext. sentado de 452 a O con 1 kg.
  3. Fx. ext. de pie en espaldar miniscuats (452 a 02).
  4. Ex. completa 0- fx. 120°.
  5. Ej. de ex. contra resistencia de 802 a 152.
  6. Steep - Natación.
  7. Bicicleta con Resist. Programada.

9. Luego del trabajo 20 a 30 min. de crioterapia.

Post Operatorio 5a. a 6a. Semana

Continuar con lo anterior suspender E. est. y agregar:

  1. Ej. de ext. de 802 a 02 contra resistencia moderada (lkg) manteniendo en ext. durante 5 seg.
  2. Ej. de ext. en polea de 451 a 10°.
  3. Ext. completa 0° -Fx. mínima 120°
  4. Ej. de ex. y fx. en Biodex - Cibex - Nautilus etc. de 451 a 15°.
  5. Bicicleta con Resist. Programada Aumentada.
  6. Natación - Steep - Treadmil.

Post Operetorio 7a. a 10a Semana

Continuar con el trabajo anterior

  1. Aumentar las resistencias en los ej. de Fx. ext.
  2. Ej. de fx. ext. de 90° a 0°. (Poleas Biodex - Cibex - Nautilus).
  3. Ej. de cuadríceps con mínima resist. y máxima velocidad.(Fibras de contracción Rápidas).
  4. Ej. de cuadríceps con máx. resist. y mín. velocidad.(Fibras de contracción lentas)
  5. Bicicleta con resist. programadas.
  6. Treadmil con Velocidad Graduada.

Post Operatorio lla. 13a. Semana

  1. Continuar con el trabajo anterior aumentando las resistencias progresivamente.
  2. Ej. de cuadríceps últimos 30° vasto int. y ext.
  3. Bicicleta con resist. programadas aumentadas.
  4. Trote en el mismo lugar - saltos cortos con piernas juntas.
  5. Steep con Resistencia

Post Operatorio 14a. a 16a. Semana

  1. Continuar con el trabajo anterior aumentando las resistencias.
  2. La resistencia en fx. será igual que la resistencia en ext.
  3. La fuerza de los extensores será del 80% de la fuerza normal.
  4. Marcha y trote intervalados de igual duración.
  5. Saltos cortos en el mismo lugar con piernas separadas.
  6. Gestos deportivos específicos.
  7. Ej. de destreza, agilidad y coordinación, mejorar la función propioceptora.

Post Operatorio 17 semanas en adelante

  1. Aumentar el trabajo anterior progresivamente.
  2. El tiempo de trote es mayor que el de marcha.
  3. Trote continuo.
  4. Ej. de destreza - agilidad y coordinación (slalon -correr en ocho - desplazamientos laterales - giros rápidos - etc.)
  5. Actividad deportiva de menor a mayor.
  6. Actividad deportiva normal entre 6° y r mes.

KARL STORZ ENDOSCOPIA

ARGENTINA S.A.

KARL STORZ ENDOSCOPIA tiene el honor de comunicarle que abre su oficina en Argentina, en los primeros días del mes de abril del corriente año.

El fundamento de esta Empresas la confianza depositada en ella por Usted.

Por lo tanto el compromiso con Usted es asegurarle la mayor protección y seguridad para que disfrute a pleno el uso del mejor equipamiento Endoscópico del mundo.

Es nuestro deseo, brindarle un servicio de alta complejidad.

KARL STORZ ENDOSCOPIA ARGENTINA S.A.
Av. Pueyrredón 1443 Piso 11°
1118 - Capital Federal
Tel.: (54-1) 823-2700
Fax: (54-1) 823-7110

 


 

(•) Jefe de Kinesiología del Centro de Traumatología y Ortopedia Centenario.

Kinesiólogo del Plantel Profesional de Fútbol del club Ferro Carril Oeste.

 

ARTROSCOPIA | VOL. 2, Nº 3 : 167-170 | 1995
 
ARTICULO ORIGINAL

Artrodesis de tobillo asistida por videoartroscopía

Dr. Hugo Daniel Farias
 
RESUMEN: Describimos el material y la técnica usados para realizar la artrodesis de tobillo asistida por V. A. Entre Octubre de 1991 y Agosto de 1994 hemos efectuado 4 artrodesis de tobillo por esta vía, guiados por intensificador de imágenes en tres de los casos, tres de los pacientes fueron seguidos durante un tiempo promedio de un año y medio, el cuarto lleva solamente seis meses de post-operatorio.

Tres de los cuatro pacientes, no presentan dolor ni movilidad articular, con imágenes radiológicas de fusión ósea, el cuarto presenta dolor y leve movilidad articular.

Debido a los resultados obtenidos, creemos que es una técnica a tener en cuenta para determinadas patologías articulares del tobillo.

SUMMARY: We describe the equipment and the technic to perform ankle arthrodesis assisted by V. A. Between October 1991 and August 1994, we pelformed 4 arthrodesis of the ankle joint by this way, guided by an image intensifier. In three cases the patients were follow up during an average time of one year and a half, the fourth has only six month post-surgery.

Three of the four patients had no pain, no articular movements with radiographs of fusion, the fourth refers a little pain a ligth movement.

Due to the results we obteined, we believe in this procedure as the best for determined ankle joint patologies.

INTRODUCCION

El 1939 se reporta el primer examen videoartroscópico de una articulación de tobillo 2. En 1976, Chen describió la anatomía de la región en base a 67 casos de V. A. de tobillo. El hecho de que la articulación del tobillo sea una mortaja estrecha, limitada por el astrágalo, la tibia y el peroné, hace que la artroscopía de esta articulación sea un desafío más grande que el de otras articulaciones tales como el hombro y la rodilla, por su mayor dificultad para distenderla y trabajar en ella, además de la íntima relación de las vías de abordaje con las diversas estructuras neurovasculares por lo que recién a partir del año 80, la artroscopía diagnóstica y terapéutica se transforma en un procedimiento reconocido.

El propósito de este trabajo es mostrar nuestra experiencia y técnica quirúrgica empleada en la artrodesis de tobillo asistida por V. A. y realizar una somera comparación con la artrotomía.

MATERIAL Y METODOS

Entre Octubre de 1991 y Agosto de 1994, hemos realizado 4 artrodesis de tobillo por esta vía, uno de los pacientes presentaba un cuadro de severa artrosis de tobillo no traumática, dos eran artritis degenerativas post traumatismos, secuelas de fracturas y una secuela de poliomelitis.

En todos los casos se usa el artroscopio de 4 mm,
con una angulación de 30 grados, con distracción manual de la articulación, bajo anestesia general y con manguito hemostático colocado en la raíz del miembro, en tres de los casos con permanente control con intensificador de imágenes, el cual nos va dando una idea más acabada de la penetración del videoartroscopio en la articulación y del fresado que estamos realizando.

Usamos bolsas de dos litros de solución salina para irrigación, que alcanza la articulación por gravedad, ingresando por la cánula de doble vía del artroscopio y saliendo por la misma. Usamos además fresas de 3 y 5 mm, cureta de aro y raspa.

Vías de abordaje

Utilizamos para esta técnica la vía de abordaje anterointerna 7(Foto 1) que se ubica a nivel articular, internamente al tendón del tibial anterior, debiendo tener cuidado con la vena safena mayor. Con una aguja nos guiamos para calzar el ángulo de entrada apropiado, el otro portal de entrada usado es el anteroexterno, (Foto 2) que es externo a los tendones extensores comunes y al tendón peroneo anterior, siempre a nivel articular.

En nuestra experiencia sólo hemos usado estos dos portales, aunque algunos autores " , refieren como portales alternativos el postero-externo, que es externo al tendón aqufleo, quedando por fuera de éste, la vena safena, el nervio sural y el peroneo lateral corto, y la vía posterointerna que es interna al tendón de Aquiles, quedando entre la arteria y el nervio tibial posterior.

 

02_03_05_Foto1

Foto 1: Fresado articular

 

Técnica quirúrgica

Paciente con anestesia general, con lo cual logramos una mejor relajación, que nos permite una mejor distracción articular 7, con manguito hemostático y en decúbito dorsal con rodilla flexa y pierna péndula. Se coloca intensificador de imágenes en posición para imágen de perfil, mientras usamos el artroscopio, por lo que el arco queda en forma perpendicular al miembro del paciente. Se usan las vías ya citadas, que intercambian para

visualizar y fresar mejor la articulación (Foto 3)

 

02_03_05_Foto2

Foto 2: Articulación sin cartílago hialino ni hueso necrótico tático y en decúbito dorsal con rodilla flexa y pierna péndula. Se coloca intensificador de imágenes en posición para imágen de perfil, mientras usamos el artroscopio, por lo que el arco queda en forma perpendicular al miembro del paciente.

 

02_03_05_Foto3

Foto 3: Fresado articular anterior

 

02_03_05_Foto3b

Foto 3b: Fresado articular anterior

 

Damos por terminado el acto quirúrgico, cuando constatamos por vía artroscópica la no presencia de cartílago articular y/o hueso necrótico 5, y por vía radioscópica el haber llegado a la parte posterior de la articulación.

Se coloca bota larga de yeso por 45 días, luego 30 días con bota corta sin carga, y luego 30 días de bota corta con taco hasta la fusión ósea, en promedio, en nuestros casos entre 13 y 16 semanas. 1-6

Durante el acto operatorio administramos una cefalosporina de primera generación y luego, mantenemos por 48 hs, 500 mg. de cefalosporina, cada 8 lis., dejando al paciente internado solamente 24 horas.

 Realizamos la inmovilización para su fusión ósea entre Oº y 5º de dorxiflexión y 5º de valgo en rotación externa.

En ningún caso hemos usado métodos de fijación interna como ser grampas o tomillos microcanulados2-3-7 , o externa, como el marco de compresión externa de Charnley 2-3-8, debido a que hemos obtenido buen resultado con la inmovilización enyesada.

poliomielitis. Todas estas causales son atribuible s a nuestra inexperiencia, debido a que ésta fue nuestra primera artrodesis V. A.

A posteriori se fueron corrigiendo, por 10 que los resultados variaron.

En nuestra experiencia, tenemos un buen porcentaje (75%) de fusiones óseas, pero la técnica fue usada en pacientes con deformidades leves en las cuales resultaba posible la colocación del pie en la posición correcta de fijación.

 

RESULTADO 

De los cuatro pacientes tratados, en tres de ellos el resultado fue óptimo, (Foto 4), logrando la fijación del tobillo por fusión ósea y la desaparición total del dolor, con representación radiológica de dicha fusión. '

Dos de estos pacientes han sido seguidos por más de dos años, el tercero, es reciente habiéndose retirado la inmovilización enyesada hace tan sólo 8 semanas.

El cuarto paciente presentaba en la actualidad dolor y movilidad articular. Entre las causas atribuibles al fracaso se pueden citar: el no uso de intensificador de imágenes, que nos permitió la comprobación del fresado de la articulación en su parte posterior, por lo que las superficies cruentas fueron escasas para lograr una firme fusión, la inmovilización enyesada fue de corta duración, sólo 75 días, 30 días de bota corta sin carga, 45 días de bota corta con carga y luego 15 días con férula posterior de polipropileno de quita y pon, cuyo uso no corroboramos. La ansiedad del paciente por terminar con la inmovilización enyesada debido a tantas cirugías fue lo que nos llevó a cometer este error ya que este paciente era el que presentaba una secuela de  poliomielitis. Todas estas causales son atribuibles a nuestra inexperiencia, debido a que ésta fue nuestra primera artrodesis V. A. A posteriori se fueron corrigiendo, por 10 que los resultados variaron. 

En nuestra experiencia, tenemos un buen porcentaje (75%) de fusiones óseas, pero la técnica fue usada en pacientes con deformidades leves en las cuales resultaba posible la colocación del pie en la posición correcta de fijación.

DISCUSION

Muchas y distintas técnicas de artrodesis de tobillo han sido descriptas, 'para tratar las secuelas groseras de TBC, y Poliomielitis, y muchas otras para tratar las artritis degenerativas post traumáticas y de la Artritis Reumatoidea. Los porcentajes dados por los distintos autores, del éxito de la fusión ósea en la artrodesis de tobillo, oscilan entre 65% y el 100% 1-2. Los errores son atribuibles a deformidades de fijación, poco tiempo de inmovilización y el pobre tejido circundante que rodea la articulación.

A nuestro entender, las ventajas de este método son: el menor dolor postoperatorio 7-1°, que en la artrotomía, menor tiempo de internación 7, menos morbilidad 4-", y menor riesgo de infección, conservación del aparato de estabilidad del tobillo y mejores resultados estéticos. Algunos autores indican que además se produce una fusión más rápida.

CONCLUSION

Creemos que este método es una muy buena variable de elección para realizar una artrodesis de tobillo en aquellos pacientes cuya indicación es precisa, con dolor, con osteoartritis degenerativa post traumática y de la tercera edad, artritis reumatoidea, hemofílicos y secuelas de polio, en las cuales la deformación es leve y el pie puede ser colocado en la posición adecuada, debido a que esta técnica solo practica la abrasión del cartílago hialino existente 3 y pequeñas cantidades de hueso de las carillas articulares.

BIBLIOGRAFIA

  1. Cheng, Ling, Tien y Wu : Ankle arthrodesis; Kao - Hsiung - Y- Hsueh - Kao - Hsueh - Tsa - Chih, 1993- Sep; 9 (9) :524-31.
  2. Dent, Patil y Fairelough: Arthroscopic Anide Arthrodesis, J. Bone Joint Surgery (Br) 1993; 75-B-830-2.
  3. Frenkel, Van Nuys y Scrantom Jr.: Arthroscopy of the ankle and foot. Journal of Bone Joint Surgery, 75-A8 1993.
  4. Klein, Gassen y Jensen: Diagnostic Arthroscopy and Arthroscopic surgery of the upper ankle joint. Orthopade-Agosto 1992; 24 (4): 257-66
  5. Lunden y Richard: Arthroscopic of Ankle and Subtalar Joint. Clinics in Podiatric Medicine and Surgery.
  6. Myerson y Quill: Anide Arthrodesis. A comparison of and Arthroscopic and ar open Method of Treatment. Clin Orthop 1991 July (268): 84 - 95
  7. Ogilvie, Harris, Leberman and Fitsialos: Arthroscopicalli Asisted Arthrodesis for Osteoarthrotic Anides. J Bond and Surg 75 A. NT Aug 1993.
  8. Pilette, Huk, Yahia y Fowles: Comparative Biomechanical evaluation of the Immediate Stability of Three Fixators in Arthrodesis of the Ankle. AnnChir, 1993 47 (9); 905-11.
  9. Sommaben y Duckworth; New Technique of Ankle Arthrodesis, 19921P2, J Bond Surg; 62 (12) :965-8.
  10. Wall de, Malefist y Van Kampen: Arthroscopic Anide Arthrodesis: a New Technique; Nad - Tijasche - Geneeskd - 1992 ; 135(52) :2585-8.
  11. Zarins y Cugat: Principios de Artroscopía y Cirugía Artroscópica. 1993; 354-365.

 (*) Para optar a miembro titular A. A. A. Hospital Italiano Regional del Sur

 

ARTROSCOPIA | VOL. 2, Nº 3 : 171-175 | 1995
 
ARTICULO ORIGINAL

Laser en cirugía artroscópica

Dres. Mario Berenstein ; Dr. Miguel Raijman 

RESUMEN:En el Departamento de cirugía artroscópica del Centro Centenario, hemos evaluado el uso de efectos térmicos producidos por el Holmium Laser e incorporado como técnica quirúrgica para una población de 141 pacientes en 1 año; 96 hombres y 45 mujeres entre 16 y 82 años, promedio 39. Articulaciones tratadas: 103 rodillas, 23 hombros, 8 tobillos, 1 codo, 1 muñeca, 28 hombros, 8 tobillos, 1 codo, 1 muñeca.

La instrumentación Laser se ha revelado como complementaria de los métodos habituales de resección e imprescindibles en casos en donde estos son ineficaces. Concluimos comentando sus resultados sobre cartílago articular y tejido sinovial, poniendo especial atención al mejor postoperatorio obtenido.

Summary: At the Arthroscopy Surgery Departament of Centro de Ortopedia y Traumatología Centenario s.a, we have evaluated the utilization of thermal effects produced by Holmium Laser. We have incorporated it like a surge"), technique for a population of 141 patients treated along one year. The patients population included: 45 females and 96 males, whose ages were between 16 and 82 years old (average: 39 years old). Treated articulations: 103 knees, 28 shoulders, 8 ankles, 1 elbow, and 1 wrist.

We think that laser instrumentation is an efficient complementary technique for all the usual resection methods, and we think that is essential in those cases where resection methods are not effective. We close remarking the results over articular cartilage and sinovial tissue, paying especial attention to the best postoperative procured.

Key words: Laser instrumentation, Holmium Laser preliminar), study.

INTRODUCCION

La cirugía artroscópica ha desarrollado nuevos métodos en cuanto a su complejidad.

Es así que se han planteado numerosos desafíos en el campo de la cirugía meniscal reparativa y reconstructiva como también en la patología condral.

La instrumentación con laser (L) ha demostrado ser una técnica de cómoda utilización y sumamente eficaz en la práctica diaria, a la vez complementaria de las habituales resecciones condrales.

La experimentación con L comienza en 1978 en cirugía artroscópica (1), siendo utilizada previamente por otras disciplinas médicas de L:

  1. CO2: utilizable en medio gaseoso (2).
  2. NDYAG L: (Neodymium - Ytrium - Aluminium - Garnet) (3), que se practica actualmente bajo medio salino (4).
  3. Argón L: en medio salino (4)
  4. Holmium L: en medio líquido indistinto, único de no contacto (5) - (6) - (7).

Características y modo de acción:

 Los denominadores comunes a todos estos diferentes sistemas de L, son los siguientes:

  1. un medio (el mismo puede ser líquido, gaseoso o sólido);
  2. una vía de trasmisión de alta energía en el medio;
  3. un resonador que consiste en dos espejos paralelos, uno parcialmente reflectivo y otro totalmente reflectivo, de ellos habrá un haz de L que egresa. Esta energía radiante se puede transformar en energía caliente y ser utilizada para el tratamiento de tejidos vivos diferentes de la siguiente manera: 1) por reflexión, es decir, cuando el rayo es reflejable por el tejido; 2) por dispersión, la energía se dispersa en forma uniforme y excéntrica; 3) por trasmisión, el haz de L atraviesa el tejido, no interactuando; 4) por absorción, es decir, incorporando la energía radiante.

El factor normal depende de varios factores:

  1. El poder de densidad.
  2. El tamaño de la onda.
  3. La naturaleza de la luz y su interacción con el tejido (8).

Sólo si la luz es absorbida por los tejidos se podrá transformar en efectiva energía termal, esto está determinado por la longitud de la onda y el color de los tejidos, de la conjunción de estos factores, se puede obtener el efecto deseado, el mismo puede ser:

  • efecto de corte
  • coagulación
  • vaporización
  • radiación intersticial
  • absorción de tejidos

Dadas estas características de acción, podremos diferenciar a los distintos tipos de L desarrollados hasta la actualidad

  1. CO2 L: efectúa buen corte, mal coagulador (9).
  2. Argón L: buen coagulador, superficial, no es eficiente para capas profundas (10).
  3. NOYAG L: de contacto, efectúa buen corte y es buen coagulador, es de bajo tiempo de utilización por recalentamiento. (4) - (11).
  4. Holmium L: buen corte y coagulación, el más moderno, actúa en cualquier medio acuoso, fácil utilización, su desventaja está dada en alto costo. (6) - (9).

MATERIAL Y METODOS

Nuestra instrumentación L fue efectuada con el sistema Holmium, durante el período comprendido entre enero y diciembre de 1993.

En el Servicio de Cirugía artroscópica del Centro Centenario se efectuaron en este período 483 artroscopías, siendo la instrumentación L utilizada en 141 ocasiones es decir, aproximadamente 35% de los casos: en un primer período de familirización con el sistema y de experiencia para luego incorporarlo a la rutina artrosc6pica. Los pacientes fueron examinados artroscópicamente evidenciando lesiones traumáticas y degenerativas, el Holmium L fue propuesto como complementario de nuestros habituales resectores, resultando eficaz en focos de degeneración condral difíciles de alcanzar con instrumentación corriente.

El medio utilizado fue glicina 1% o solución fisiológica en forma indistinta.

Luego de la visualización fisiológica se conecta la fibra conductora, consistente en fibras de cuarzo de 1 mm de diámetro, cuya terminal es un mango descartable recto o curvado en 302 cuya punta es de 2,1 mm.

Debe tenerse sumo cuidado en no efectuar disparos L en el medio aéreo corriente, esto afecta directamente a todo el sistema.

Es así que se han intervenido 141 articulaciones: 103 rodillas, 28 hombros, 8 tobillos, 1 en la articulación de la muñeca y codo.

Las patologías encontradas, consistieron en procesos degenerativos (condrales y meniscales), sinoviales y traumáticos.

RESULTADOS

La inclusión del L en la rutina artroscópica, nos hizo evaluarlo de acuerdo a su eficacia; dividiremos sus resultados detallando en los sectores en que fue utilizado.

Meniscos: el L demostró ser un buen modelador meniscal luego de la resección habitual. Coadyuva en resecciones trabajosas y evita el daño condral producido por las maniobras, debido a su gran ductibilidad y fácil acceso a regiones de poco acceso del instrumental artroscópico, ya sea por su diámetro o ángulo de acción. Se ha utilizado en patología meniscal en 45 casos resecciones parciales -en 32 casos regularización- del borde libre-en 15 casos remodelación - en procesos degenerativos, en 12 casos resecciones del asa de balde y en 9 casos regularización de lesiones horizontales.

Patología Condral: he aquí una de las mayores indicaciones, el L efectúa vaporización homogénea y plástica de la cara condral, eliminando fibrilaciones y modelando las superficies articulares donde los resectores habituales son ineficaces. De los 141 casos, 87 (62%) han presentado lesiones de cartílago o combinadas con otras patologías.

En femoral se realizó con L condroplastra en 47 casos, regularización post- uso de condrotomía motorizada (Shaver) en 36 casos - en el tratamiento del Síndrome de Pseudomeniscal en 12 casos.

En rótula condroplastra en 28 casos, regularización post condrotomía motorizada (Shaver) en 15 casos, resección de osteofitos en 14 casos y en condrocal- cifosis 3 casos. -

Ha sido de gran utilidad en tobillo, donde el espacio articular es pequeño, cauterizando defectos condrales.

Patología Sinovial: el paso del L luego de una sinovectomía artroscópica evitará el sangrado postoperatorio característico de estas operaciones, disminuyendo su morbilidad y procurando una precoz movilidad articular.

En Patología Sinovial pudo ser aplicado en coagulación sinovial en 36 casos.

La resección de plicas sinoviales (21) es otra de las indicaciones ocasionales, evitando la hemorragia luego de su excisión. Sinovectomías localizadas en 15 casos, liberaciones del Retinóculo lateral en inestabilidades femorotulianas en 12 casos, Condromatosis Sinovial en 4 casos y Sinovitis Gotosa en 2 casos.

En referencia a la articulación de hombro se utilizó en función de coagulación en 18 casos, Sinovectomías parciales en 12 casos y Condroplastías en 6 casos. En articulación de tobillo en Sinovectomía en 8 casos, Condroplastía en 6 casos y en Osteocondritis de Astrágalo en 6 casos. En muñeca se realizó Sinovectomía y Condroplastía y en codo Sinovectomía.

DISCUSION

Diferentes trabajos publicados nos hablan de los efectos del L sobre el tejido tratado, Abergel y Lay (1984) (13) definen que el L aplicado estimula la formación de colágeno en fibroblastos cultivados en tejido vivo, sin afectar la síntesis de DNA; Kana en 1981 (9) publica una mayor curación en heridas abiertas estimuladas con L en ratas.

Miller y Arnoczki publican en 1989 un trabajo sobre cartílago articular y L afirmando que el mismo atraviesa una vigorosa recuperación con un fibrocartílago reparador, estos resectores habituales, concluyendo que el L contribuye a una rápida recuperación tisular bajo la energía termal absorbida del tejido por el L.

Otras comunicaciones experimentales Kollmer (15), Castro (16) y nuevamente Abergel (17)-(18)-(19) proponen una interacción del L-tejido en conejos y animales de experimentación, reafirmando y a la vez contradiciendo hallazgos anteriores. Se ha realizado un trabaja multicéntrico de la acción del Rayo Láser sobre el cartílago en 1993 participando la Universidad de Oklahoma (Collier y Col.), Universidad de Michigan (Johnson-Arnovaky y Col.) y la Universidad de Arkansas (Walls y Col.). La mayoría de las publicaciones se refieren al NDYAG L, siendo el Holmium L poco mencionado, debido a su reciente aparición en cirugía artroscópica.

CONCLUSIONES

En nuestra experiencia durante el año 1993 y luego de 141 pacientes tratados con técnica utilizando Holmium L, lo consideramos eficaz en nuestra práctica habitual y necesario en casos donde se sugiere una condroplastía poco agresiva y complementaria de los resectores corrientes.

En este trabajo preliminar y sin la experiencia de años de seguimiento no podremos evaluar sus efectos sobre el cartílago articular tratado y su poder de regeneración _aunque comprobamos la menor sensibilidad en vista a una kinesioterapia precoz.

RESUMEN

Hemos evaluado el uso de efectos térmicos producidos por el Holmium L e incorporado como técnica quirúrgica para una población de 141 pacientes en 1 año.

La instrumentación L se ha revelado como complementaria de los métodos habituales de resección e imprescindibles en casos en donde estos son ineficaces. Concluimos comentando sus resultados sobre el cartílago articular y tejido sinovial, poniendo especial atención al mejor postoperatorio obtenido.

Key words - Laser instrumentation.- Holmium Laser preliminary study.

BIBLIOGRAFIA

  1. Garrick, JG y col.: The CO2 Laser in Arthroscopy; Potential problems and solutions. J. Arthroscopy, 1991; 7(2):129-37.
  2. Campion, ER y col.: Repair of peripheral nerves with the Argon Laser. A funtional and histological evaluation. J. Bone Joint Surg, 1990; 72-A:115.
  3. Bickerstaff, DR y col.: Partial Meniscectomy using the Neodymium; Yag Laser. An in vitro study. J. Arthroscopy, 1991; 7(1):63-7.

 

(*) Director of Arthroscopy Surgery Department, Centro de Ortopedia y Traumatología Centenario S.A, Buenos Aires, Argentina.

(**) Member of Arthroscopy Surgery Department, Centro de Ortopedia y Traumatología Centenario S.A, Buenos Aires, Argentina.

Centro de Ortopedia y Traumatología Centenario S.A: Leopoldo Marechal 876, (1405) Buenos Aires, Argentina. Telephone number: 981-2874. FAX number: 958-1495.

 

ARTROSCOPIA | VOL. 2, Nº 3 :176-180 | 1995
 
ARTICULO ORIGINAL

Endoscopía del túnel carpiano Técnica e instrumental propios

Dr. Roberto Marcos  

RESUMEN: Se analiza la evolución de la interpretación y tratamiento del síndrome del túnel carpiano. Se observan los detalles anatomoquirúrgicos y se muestra la variada patología encontrada en la experiencia de más de 25 arios, llegando en la actualidad a la técnica quirúrgica de alternativa con la cirugía endoscópica mostrándose el instrumental especialmente diseñado por el autor, así como la técnica que realiza.

SUMMARY: Carpal Tunnel Syndrome treatment evolution and interpretation were analyzed. Anatomosurgical details were observed, and the several types of pathologies cellected after 25 years of experience are shown; arriving nowadays, to the endoscopic surgery alternative method showing the instrument developed by the autor, as well as the technique he employes.

INTRODUCCION

Antecedentes

Desde las primeras publicaciones de este síndrome que fueron realizadas en el Joumal of Gynecology, hasta la actualidad ha transcurrido un tiempo considerable y muchos nombres han quedado definitivamente grabados por sus aportes al entendimiento de dicha patología.

Hace más de 25 años estaba de moda el síndrome del escaleno y se realizaba la sección del músculo escaleno anterior como tratamiento, cuando ya comenzaba a ser evidente que esos casos comprendían síndromes del túnel carpiano con los típicos síntomas de parestesias distales con dolores proximales, hasta que desapareció defmitivamente el llamado síndrome del escaleno.

 

Definición

Es la compresión del nervio mediano en el túnel carpiano.

Clasificación

La mayoría clasifica al S. T. C. de manera que el compromiso puede provenir de alteraciones del continente y/o alteraciones del contenido.

Cuando P. Stumiollo trabajó sobre el tema de la rectificación con retroposición de la columna cervical, se mencionó la puesta en tensión de las ramas anteriores del plexo y se comprimiría, de esta manera,el nervio mediano contra la polea que significa el ligamento anular anterior del carpo; interpretándose así el S. T. C. indirecto y por eso usamos una clasificación como la siguiente:

 

              INDIRECTO

S. T. C.    DIRECTO Alteraciones del continente

Alteraciones del contenido En el año 1982, en la Revista Argentina de Cirugía de la Mano, publiqué por primera vez un caso muy infrecuente de S. T. C. que denominé S. T. C. ISQUEMICO AGUDO GRAVE para destacar la importancia del reconocimiento de esta patología, cuando es afectada la arteria del nervio mediano que tiene magnitud fundamental por el desarrollo embriológico y predomina en la vascularización de la mano; es por este motivo que la clasificación que en aquel entonces sugerí fué la siguiente:

 

            Indirecto

            Alteraciones del continente

S. T. C.: Directo

            Alteraciones del contenido

            Isquémico agudo grave

            

Interpretación de la patología

 

Es probable que muchos casos integren el grupo del S. T. C. indirecto y son aquellos pacientes con alteraciones cervicales acompañadas de los síntomas. Mediante la descompresión del nervio se logra, por ende, una importantísima disminución de la sintomatología global con desaparición del trastorno distal y la mayoría de las veces desaparición de los dolores proximales.

Las alteraciones del continente son las menos frecuentemente productoras de este síndrome, tales como artrosis carpianas, tumores o luxaciones, pero deben considerarse.

Las alteraciones del contenido estarían evidentemente presentes en las sinovitis de los flexores, sean éstas específicas o inespecíficas. Estas grandes sinovitis conllevan la necesidad de lograr la desaparición del tejido enfermo mediante tratamientos médicos, ortopédicos o quirúrgicos (en ese orden). En el caso de la no retrogradación de esta sinovial hipertrófica llega el momento de realizar una sinovectomía quirúrgica, recordando también que, en algunos casos puede existir, por la cronicidad, una fibrosis del perineuro que obligue a una endoneurolisis para resolver lo que han dado en llamar el "Síndrome del doble estuche".

No obstante, la mayor cantidad de casos de S. T. C. rebeldes a los tratamientos médicos y ortopédicos no presentan una sinovitis digna de ser tenida en cuenta como tal y se ven favorecidos, indudablemente, con la sola apertura del ligamento anterior del carpo que, al separar sus bordes seccionados amplía al continente y la ulterior cicatrización permitirá una unión de esos bordes pero con un túnel ampliado; es por ésto que tiene gran auge y gran importancia el tratamiento quirúrgico consistente en la simple sección ligamentaria, pero recordemos siempre la necesidad de una exploración para analizar si ésto sólo será suficiente o bien hay que ampliar la operación para completar el tratamiento. Esto lo debe saber el cirujano y el paciente y dicho acto quirúrgico ser planificado en ese sentido.

 

MATERIAL Y METODOS

 

Técnica quirúrgica

En todos los casos empleamos anestesia regional intravenosa y en muy pocos anestesia axilar. Colocamos manguito hemostático y antes de finalizar la operación hacemos una infiltración de los bordes de la herida y en la vaina del nervio mediano, para proceder a soltar dicho manguito y observar la necesidad de una hemostasia.

En los casos que usamos solamente la sección ligamentaria nunca hemos tenido hemorragias que nos obligue a una ampliación de la cirugía.

La técnica presenta dos pasos y para ello el instrumental especialmente diseñado.

1) La primer parte consta de la colocación de la cánula (con la muñeca en el plano de apoyo de 459 con el extremo que engancha el borde distal del ligamento como elemento de separación en el transcurso de su introducción y para que el bisturí llegue más allá de ese punto, donde siempre encontraremos la grasa que rodea al paquete vascular pretendinoso y que no debe ser herido. En esta parte se hace una observación endoscópica del ligamento

 

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Foto 1: Base de apoyo. 

 

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Foto 2: Muñeca en 452 para la sección ligamentaria, primer paso quirúrgico.

 

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Foto 3:  Muñeca en 252 para la exploración en el 22 paso quirúrgico.

 

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Foto 4: INSTRUMENTAL1. Bisturí

 

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Foto 5: Vista en detalle del estremo distal del instrumental

 

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Foto 6: Bisturí introducido avanzando hacia el tope dista/.para deslindar la posibilidad de que algo se cruce en el camino.

 

2) La segunda parte consiste en la exploración de la sección ligamentaria y girar en derredor para ver el aspecto de los tejidos que integran el continente y para ello se coloca la muñeca en el plano inclinado de 251. Si existe alguna duda debe pasarse de la cirugía endoscópica a la convencional (que puede seguirse, sin duda, bajo anestesia local).

En esta segunda etapa se trabaja con el endoscopio con vaina para que permita el pasaje del líquido que debe ser introducido con bomba inyectora para separar lo tejidos y aumentar los efectos ópticos.

 

02_03_07_foto7

Foto 7:

Marcación de los reparos para el abordaje.

1. Separación del palmar mayor al menor.

1'. Distancia de 1 cm. del palmar menor ó 2=2 cm del palmar mayor.

1 1 cm del pliegue muñeca.

 

02_03_07_foto8

Foto 8:
Marcación del cuadrado para 
usar cualquiera de las diagonales 
como incisión y posible 
prolongación a la palma.

 

02_03_07_dibujo9

Dibujo 9:

1. Canula enganchada en el borde distal del ligamento.
2. Ligamento.

 

02_03_07_dibujo10

Dibujo 10:
Bisturf en acción
de corte.

CONCLUSION

Considero indispensable la realización de los dos pasos mencionados en la técnica endoscópica del S. T. C.; 1° - SECCION y 29 - EXPLORACION, para lograr no sólo la aplicación del continente a expensas de la separación de los extremos seccionados del ligamento sino también la visión de las características locales de la sinovia así como la posibilidad de una fibrosis perineural que obligue, antes de la suelta del manguito, a la peri y endoneurolisis. La intención del presente trabajo es presentar una

cirugía de alternativa específicamente diseñada y efectuada para cumplimentar los dos pasos de la misma y recordar que no existe, en mi criterio, cirugía convencional VERSUS cirugía endoscópica sino que cualquiera de estas realizaciones estará de acuerdo al criterio del cirujano que, en definitiva, es quien decide de qué manera curar a su paciente.

Considero así mismo, una técnica de fácil realización y con dos pasos concretos que no deben soslayarse; para eso fue creado el instrumental y éste es el motivo del trabajo.


 

 

ARTROSCOPIA | VOL. 2, Nº 3 : 181-184 | 1995
 
ARTICULO ORIGINAL

Tratamiento Artroscópico del menisco externo discoideo

 Dr, Jorge Luis Civetta

SUMARIO: 10 pacientes con diagnóstico de Menisco Discoideo lateral externo de rodilla Sintomático fueron tratados Artroscópicamente desde Agosto de 1992 hasta Julio de 1994. Se utilizó la Clasificación de Watanabe, Tipo 1: Completa; Tipo2: Incompleta y Tipo3: Variedad de Wrisberg. El tratamiento utilizado fue la resección Artroscópica total o parcial dependiendo de cada caso en particular.

Utilizamos la Escala de Ikeuchi para evaluar resultados, y dentro de esta clasificación observamos que de nuestros casos el 70% fue Excelente y el 30% restante Bueno.

No pudimos evaluar los resultados comparativos entre Meniscectomía Total o Parcial debido al corto tiempo de seguimiento de nuestra casuística.

Summary: 10 Patients with the diagnosis of symptomatic lateral external discoid meniscus of the knee were treated with arthroscopy from August 1992 to July 1994.

The Watanabe classifications was used: 1-Complete, 2- Incomplete and 3- Wrisberg Type. The Treatment consisted of total or partial arthroscopic meniscectomy depending on the case.

We have used the Ikeuchi score to evaluate the results, and according to the it, we observed that in 70% of the cases, the results were Excelent and in 30% the results were Good.

We have not been able to evaluate comparative results between total or partial meniscectomy due to the short follow up.

INTRODUCCION

El Menisco Discoideo lateral de la rodilla, fue descripto por primera vez como hallazgo anatómico por Young en 1989 (13), pero recién en 1910 fue dado a conocer como una entidad nosológica por Kroiss quien la dio a conocer con el nombre de "Rodilla de Resorte". En 1936 Middleton recopila de toda la literatura médica 45 casos y agrega 4 casos personales (7).

Smillie (10), en 1948, sobre 1100 meniscectomías encuentra sólo 29 casos de los cuales sólo 4 eran sintomáticos.

Se trata de una patología poco frecuente, más común en sexo femenino y de mayor incidencia en los niños en los cuales se presenta como cuadro típico con resalto y dolor o molestia en el comportamiento antero externo de la rodilla (11).

El advenimiento de la Endoscopía, permitió obtener un diagnóstico preciso y clasificar los tipos anatómicos.

La clasificación más utilizada en la actualidad es la de Watanabe (12), que los divide en Completo-Incompleto y tipo Wrisberg.

El Tipo Completo: ocupa la totalidad de la superficie del platillo tibial externo, cubriéndolo. Se puede encontrar diferentes grosores del mismo.

El Tipo Incompleto: cubre parcialmente al platillo tibial externo, diferenciándose del anterior por el tamaño.

El Tipo Wrisberg: es una variedad del incompleto que carece de la unión menisco-tibial posterior y permanece unido al cóndilo femoral interno por el Ligamento de Wrisberg.

El tratamiento de elección para los casos sintomáticos, es la meniscectomía parcial o total por artrotomía convencional, por vía artroscópica o mixta. Ikeuchi (3) y Rosemberg (9) han descripto casos de reinserción en los tipos incompletos con las cuales no tenemos experiencia.

El objetivo de este trabajo, es presentar nuestra casuística y nuestra experiencia en el tratamiento del Menisco Discoideo Lateral Externo de la rodilla.

MATERIAL Y METODO

Desde Agosto de 1992 hasta Julio de 1994, observamos 12 casos de Menisco Discoideo lateral, 2 de los cuales fueron asintomáticos, y por lo tanto no fueron tratados; 3 (30%) fueron hallazgos artroscópicos y 7 (70%) operados con diagnóstico previo de Menisco Discoideo, 5 de los cuales consultaron por rodilla flexa de larga evolución y los 2 restantes por resalto, Clunck y dolor en el compartimiento antero - lateral de la rodilla,

En nuestra casuística, 5 casos fueron mujeres (50%) y 5 casos varones (50%), correspondiendo 7 (70%) a rodillas derechas y 3 (30%) a rodillas izquierdas. El promedio de edad fue 15.9 años siendo el mayor de 37 años y el menor de 4 años.

La presentación clínica: fue en 3 casos (30%) como Síndrome Meniscal, sin diagnóstico previo de Menisco Discoideo, que correspondió a los pacientes adultos, donde el hallazgo fue casual, y se asoció en los mismos Condritis del Cóndilo externo.

De los 7 casos más jóvenes (70%), 5 (50%) consultaron con rodilla flexa (déficit de extensión en los últimos 20 grados) con una evolución promedio de 16.8 meses (rango de 6 a 36 meses), y sólo 2 casos (20%) por dolor, resalto o Clunck y molestias en el compartamiento anterointemo de la rodilla, a veces acompañado con cuadros de sinovitis, ningún caso presentó episodios de bloqueos. Estos 2 últimos casos tienen diagnóstico clínico de menisco discoideo bilateral, pero aún no se realizó el tratamiento del lado opuesto.

Con respecto al plan de estudio, nos basamos en el examen clínico, realizamos estudios radiológicos de rutina, que no nos aportó datos y en 2 casos realizamos Ecografía, que creo que por la falta de experiencia tampoco aportó datos.

No realizamos Artroneumografía en ningún caso. Siguiendo la clasificación de Watanabe, 6 (60%) de los casos fueron tipo Completo, y 4 (40%) Incompletos. No tuvimos ningún caso de la variedad de Wrisberg. (Tabla I)

El tratamiento fue la resección artroscópica en todos los casos. De los casos operados, 8 (80%) tuvieron rotura meniscal y en 2 (20%) de los casos se trataban de meniscos discoideos completos con reborde engrosado que impedía la extensión completa.

 

02_03_08_Tabla1

Tabla I

 

Se realizaron 3 (30%) de meniscectomías totales coincidentes con los 3 pacientes adultos por desinserción total periférica en asa de balde y los otros 7 (70%) de los casos se les realizó meniscectomía parcial y remodelación tratando de respetar el ancho normal de menisco externo. (Tabla II)

Técnica Quirúrgica

El procedimiento quirúrgico se realizó en sala de operaciones, en los casos adultos con anestesia raquídea y con anestesia general inhalatoria en los 7 casos restantes debido a la edad de los pacientes. En ningún caso utilizamos manguito hamostático, sólo utilizamos 1 ampolla de adrenalina cada 2000 ml de agua de irrigación quirúrgica, con lo cual obtuvimos excelente visualización.

Con el paciente en decúbito dorsal sobre la mesa de cirugía general, y la rodilla en extensión, colocamos un brete lateral que nos hace de apoyo para realizar las maniobras de flexión y de varo-valgo forzado. En ningún caso realizamos artrotomía.

Utilizando el artroscopio de 4 mm y 30 grados de visión y videoartroscopía realizamos en todos los casos las tres vías clásicas, intercambiando la entrada de la óptica con el instrumental según necesidad. Utilizamos instrumental mecánico con sacabocados y tijeras y sólo utilizamos la unidad motorizada con sinoviotomo en los casos en que había condritis asociadas.

En aquellos casos en los que había rotura meniscal, aprovechamos la brecha para iniciar desde atrás hacia adelante; y en los con menisco íntegro y con reborde engrosado, iniciamos la resección desde el reborde medial hacia atrás y luego hacia adelante, en forma de pequeños fragmentos.

En todos los casos la técnica fue dificultosa, laboriosa y más prolongada que lo habitual, pero fuimos mejorando a medida que creció nuestra experiencia.

 

02_03_08_Tabla2

Tabla II
Meniscos Discoideos Laterales Sintomáticos tratados Artroscópicamente

 

Los pacientes con menisco discoideo asintomático no fueron tratados quirúrgicamente y sólo se los controla periódicamente.

Los 10 pacientes restantes, 3 con hallazgo casual y 7 con diagnóstico preoperatorio fueron evaluados hasta la fecha.

Utilizamos la escala de Ikeuchi (3) que divide a los pacientes en cuatro grupos.

  1. Excelente: Movilidad completa. No resalto. No dolor.

  2. Bueno: Leve dolor ocasional al movimiento. No resalto. Movilidad completa.

  3. Regular: Movilidad completa. Leve resalto o clike con el movimiento.

  4. Malo: Limitación del movimiento. Dolor al reposo y movimiento.

En nuestra csuística los 7 pacientes (70%) con diagnóstico preoperatorio fueron encuadrados en el grupo Excelente y los 3 restantes (30%) en Bueno debido a las patologías asociadas. No presentamos ninguna complicación postoperatoria.

DISCUSION

El menisco Discoideo lateral de la rodilla es una patología poco frecuente, de la cual se reportan incidencias que varían de 1,4% al 16,5% según la población evaluada.

Con respecto a la etiopatogenia, existen controversias; por ejemplo Smillie (10) considera que se trata de una detención del desarrollo embrionario del disco o placa meniscal, en cambio Kaplan (4) considera que se trata de una patología adquirida por inserciones anormales de los Ligamentos de Wrisberg y Humphry, con la consiguiente hipermovilidad posterior (6).

La clasificación más utilizada es la de Watanabe descripta según la visión artroscópica en Completa, Incompleta y tipo Wrisberg, apoyando esta última la teoría de Kaplan.

El criterio quirúrgico lo basamos en la clínica, siendo el dolor, el déficit de extensión y el resalto o Clunk doloroso los que nos llevaron al tratamiento operatori.

La resección completa o incompleta sistemática es controvertida. Kurasaka realizó meniscectomías totales y en un seguimiento a 20 años muestra resultados buenos subjetivos en más del 90% de los casos. En cambio Ikeuchi considera que hubo mejores resultados con la meniscectomía parcial que con la total.

 

02_03_08_Tabla8

Tabla III

 

En los análisis retrospectivos realizados por Ro-semberg e Ikeuchi, encontraron mejores resultados alejados con las meniscectomías parciales que con las totales, y también mejores con aquellas realizadas por vía artroscópica que por artrotomías o técnicas mixtas (1-3-5-9-12).

En nuestros casos se realizó siempre meniscectomías parciales en todos los casos en que el tipo de lesión lo permitía y siempre por vía artroscópica, no necesitando nunca realizar artrotomía.

Por último, cuando se realiza el diagnóstico de menisco discoideo lateral sintomático, creemos que la artroscopía es el tratamiento de elección, tratando de realizar la meniscectomía parcial siempre que el caso lo permita, conservando la mayor cantidad del menisco que no cause sintomatología, y afirmando también que es una técnica difícil y laboriosa que pone a prueba la habilidad y experiencia en cirugía artroscópica del cirujano.

BIBLIOGRAFIA

  1. Bellier G, Dupont JY, Larrain M, Caudron C, Carlioz H: Lateral discoid menisci in children.Arthroscopy 1989; 5: 52-6.
  2. Fujakawa K, Iseki F, Mikura Y: Partial resection of the discoid lateral meniscus in the child's knee. J Bone Joint Surgery (Br) 1981; 63: 391-5
  3. Ikeuchi H. Arthroscopy treatment of the discoid lateral meniscus: technique and long-term results. Clin, Orthop. 1982; 167: 19-28.
  4. Kaplan EB: Diseoid lateral meniscus of the knee joint nature mechanism and operative treatment JBJS 39A:77-78, 1950.
  5. Kurosaka M, Yoshiya S, Ohno O, Hiroata K:. Lateral discoid meniscectomy. A 20 years follow up. American Academy Orthopedic Meeting. San Francisco, 1987.
  6. Makino A: Menisco discoideo lateral de rodilla. Diagnóstico y tratamiento. Rey. Asoc. Arg. Ort. y Traumatología. 58 - 1. 46-52. 1993
  7. Middleton DS. Congenital disc shaped lateral menisci with snapping knee. Br J Surgery 1936; 24: 246-55.
  8. Naves Janer J Traumatología de la rodilla. Edit. Salvat. 1985. 133-39.
  9. Rosemberg TD, Paulos LE, Parker RD, Harner CD, Gurley WD: Discoid lateral meniscus case repert of arthroscopic attachment of syntomatic Wrisberg - ligament type. Arthroscopy 1987; 3: 277-82.
  10. Smillie IS: The congenital discoid meniscus. JBJS (Br). 1948; 30 671-82.
  11. Tachdjian MD. Pediatri orthopaedics. Philadelphia:: WB Saunders 1972: 721-29.
  12. Watanabe M. Arthroscopy of the knee joint. In: Helfet AJ, ed. Disorders of the knee joint. Philadelphia : JB Lippincott, 1974:145.
  13. Young RB. The external semilunar cartilage as a complete disc. In: Cleland J., Mackay JY, Young RB, cds. Memoirs and memoranda in anatomy. London: Williams and Norgate, 1989:

 


(*) Para optar a Miembro Titular.

Hospital de Niños Eloisa Torrent de Vidal. Sanatorio Cardiocentro. Corrientes.

ARTROSCOPIA | VOL. 2, Nº 3 : 185-191 | 1995
 
ARTICULO ORIGINAL

Síndrome patelofemoral, tratamiento artroscópico  

Dr. Rosasco S. M. 

RESUMEN: En el presente trabajo destacamos la importancia del diagnóstico clínico y etiopatológico del Síndrome patelofemoral.

Utilizamos la T. A. C. para el diagnóstico y planeamiento quirúrgico. Indicamos siempre previamente a la cirugía un tratamiento incruento de 3 a 6 meses. Realizamos 58 cirugías artroscópicas, 48 liberaciones del retináculo externo, 8 realineaciones proximales artroscópicas y 2 realineaciones proximales y distales, en displasias patelofemorales. Analizamos las complicaciones de las técnicas y evaluamos los resultados obtenidos al momento. En el 98% de los pacientes mejoró la aprensión y el dolor. La rehabilitación postoperatoria es prolongada y requiere de un trabajo multidiciplinario.

El tratamiento artroscópico de esta patología tiene indicaciones precisas que debemos respetar, y no pensar que podremos solucionar toda la patología femoropatelar con la artroscopía.

INTRODUCCION

El objetivo del presente trabajo es el estudio del síndrome patelofemoral, diagnosticado y tratado por video artroscopía. Analizamos el concepto de la patología femororotuliana, las clasificaciones utilizadas, los métodos de diagnóstico, las indicaciones del tratamiento artroscópico y sus límites, las complicaciones y los resultados.

Concepto y Consideraciones

El síndrome patelofemoral es un conjunto de síntomas y signos que revelan anormalidad en el funcionamiento articular femoropatelar.

Las características clínicas estuvieron durante mucho tiempo enmascaradas en:

  • patología meniscal

  • tendinitis

  • osteocondritis (enf. del crecimiento)

  • luxación de rótula

El conocimiento anatómico y funcional del aparato extensor, de los trastornos torcionales de los miembros, los métodos de diagnóstico y fundamentalmente la artroscopía, comenzaron a reconocer la sintomatología femoropatelar y su exploración funcional.

Consideraciones Anatómicas:

La articulación femoropatelar está determinada por la forma rotuliana y troclear, por la dirección de las fibras musculares longitudinales y oblicuas de los músculos vasto interno y vasto externo, por los retináculos lateral y medial, por las inserciones tendinosas cuadricipital y rotuliana, y por los trastornos torsionales femoral y tibial.

Haremos un repaso anatómico de lo dicho, teniendo en cuenta que el síndrome patelofemoral, guarda íntima relación con las características anatómicas.

  • La estructura ósea rotuliana tiene en su cara posterior tres facetas:

a) interna, b) externa, c) impar. La faceta interna es convexa y puede presentarse plana. La externa es cóncava en sus planos vertical y horizontal. La faceta impar pequeña se encuentra medial a la interna. En el plano vertical Galante, Goodfellow y col., Aglietti y col., correlacionaron las zonas de lesión con la clínica.

Wiberg clasificó los tipos rotulianos y su relación con las lesiones condrales.

  • La anatomía troclear estudiada por Ficat y Bizou, Battstr. m, Merchant, Walch y Déjour, se basa en el análisis radiológico y/o tomográfico de la troclea. La determinación del ángulo troclear, evaluado

en proyecciones axial; de la saliencia, profundidad y altura, observados en perfiles estrictos, nos dará el conocimiento de la anatomía troclear y su relación con las patologías.

Del estudio del músculo cuádriceps debemos destacar:

- El vasto medial con sus fibras longitudinales, en un ángulo de 50 grados, insertado distalmente en la cara superior rotuliana y con función de extensión. Las fibras oblícuas en un ángulo de 65 grados, insertadas en el borde medial de la rótula y su función es extensión en los últimos 30 grados es importante estabilizador rotuliano.

- El vasto lateral que también se divide en fibras longitudinales con una orientación de 15 grados y función de extensión, y el vasto lateral oblícuo oon una angulación de 36 y 48 grados, según Fulkerson para la mujer y el hombre, y formador del importante retináculo externo.

- El recto anterior, músculo biarticular, con importante función en la coordinación del aparato extensor.

- El sistema retinacular externo formado por dos capas. La primera de fibras oblícuas superficiales que surgen del entrecruzamiento del vasto lateral y el tensor de la facia lata. La segunda capa de fibras transversales con los refuerzos del ligamento epicóndilo rotuliano (Kaplan) y el ligamento inferior patelo tibial.

- El conocimiento anatómico de las torsiones femoral y tibial lo consideramos muy importante por su relación directa con patología femoropatelar de difícil comprensión. El 65% del crecimiento se realiza en la rodilla. En el plano frontal en niño nace con genu varo que de los 18 meses a los 4 años pasa a un genu valgo. Este variará progresivamente según el morfotipo.

El fémur tiene normalmente una anteversión de 14 grados, entre el cuello femoral y los cóndilos. La tibia un torsión externa de 34 grados (índice femoro tibial de 20 grados), la detorsión submaleolar de 10 grados de los pies da la marcha de 10 grados de divergencia.

Consideraciones funcionales:

La articulación femoropatelar, como hemos observado, depende de muchos factores para su funcionamiento normal.

El grupo muscular del cuádriceps tiene funciones de contracción, provocando la extensión de la rodilla, y de freno o desaceleración, controlando la flexión articular. El recto anterior es el eje o vector del movimiento vertical, los vastos interno y externo son las riendas del control transversal rotuliano. La rótula se encuentra alojada supero-externa en extensión, a medida que realizamos una flexión, la misma se medializa, encarrila y bascula. Estos movimientos los realiza en los primeros 30 grados (etapa crítica), luego las carillas rotulianas entran en contacto con los cóndilos femorales, siendo la carilla impar la última en contactar con el cóndilo interno en la flexión máxima. El morfotipo troclear, la ausencia de trastornos torsionales y la rotación interna tibial están en relación con la función rotuliana.

El ángulo Q representa el eje del cuádriceps y del tendón rotuliano (15 a 20 grados) en extensión, debe alinearse a los 30 grados de flexión. Un ángulo Q mayor de 20 grados, asociado o no a una extrarotación de la tuberosidad anterior de la tibia, que no se alinea a los 30 grados de flexión, tendrá una bayoneta en cada flexo-extensión o disbalance femoropatelar si no hay buena contención interna.

Clasificación

Poder clasificar el síndrome femoropatelar no es sencillo, porque debemos evitar listas de enfermedades, que no nos orientan y no agrupan patologías.

Larson agrupa las alteraciones del aparato extensor en tres categorías según la localización de la patología causal:

  1. Anomalías por alteración de la configuración femoropatelar.

  2. Anomalías de los estabilizadores estático-dinámicos que rodean y gobiernan la función patelar.

  3. Anomalías del aparato extensor de la rodilla por mal alineamiento de la extremidad en relación con la mecánica articular.

Merchant los clasifica en cinco grupos según la clínica

  1. Trauma

  1.  agudo

  2.  Repetitivo

  3.  efectos alejados del trauma

   

2.    Displasias patelofemorales

 

  1. sindrome de compresión lateral rotuliano

  2. subluxación crónica de la rótula

  3. luxación recidivante de la rótula

  4. luxación crónica de la rótula

 

3.   Condromalacia rotuliana idiopática

4.   Osteocondritis disecante

5.   Plicas sinoviales

 

Nos ocuparemos del tratamiento realizado a las displasias patelofemorales.

Diagnóstico

Sintomatología

Durante mucho tiempo la clínica rotuliana fue inadvertida por el médico, atribuída casi siempre a patología meniscal. La sintomatología es muy diversa según sea el tipo de patología que presente el paciente.

Lo que motiva la consulta es el dolor anterior o peripatelar, que manifiesta una lesión cartilaginosa y probablemente ya en período de secuela. El dolor puede manifestarse en diferentes grados de flexión de la rodilla, según el área de cartílago lesionado. Es habitual que los pacientes nos manifiesten el dolor al estar sentados (signo del cinematógrafo), en cuclillas, subiendo escaleras o planos inclinados, al manejar vehículos y en las prácticas deportivas como el voley, basquet, fútbol y hockey sobre superficie sintética, ciclismo, aerobics, step, rugby (segundas lineas), físico culturistas.

En orden de importancia diremos que la inestabilidad rotuliana, manifestada por subluxación o luxación, o simplemente como inseguridad del paciente a realizar flexo-extensión con rotación, evidencia una alteración en el ajuste femoropatelar. Hay que diferenciarlo de las inestabilidades ligamentarias.

Crepitaciones, muy frecuentes y que en general no son motivo de consulta cuando se presentan en forma aislada, manifiestan a veces lesión del cartílago rotuliano y se asocia a seudobloqueos transitorios, que debemos diferenciarlos de patología meniscal.

 Examen Clínico

En el examen del paciente seguimos los lineamientos semiológicos de la rodilla. Es fundamental el interrogatorio para orientamos hacia la patología femoropatelar y no pensar que todas las lesiones son meniscales. Probablemente con un profundo y detenido interrogatorio estemos muy cerca del diagnóstico de la lesión.

La cronología del examen físico realizado por nosotros consiste en:

1. Paciente de pie:

  • Observamos y medimos los ejes.

- Ubicamos la rótula y la T. A. T con los pies paralelos.

  • Determinamos la presencia de antecurvatum o recurvatum.

  • Diagnosticamos pies planos o clavos.

2. Paciente sentado:

- Rótula alta.

  • Fuerza del cuadríceps.

  • Inserción de las fibras oblícuas del vasto interno.

3. Paciente acostado:

- Movilidad de cadera, rodilla y tobillo.

- Medición del ángulo Q.

  • Excursión longitudinal y transversal de la rótula. - Choque rotuliano, generalmente ausente.

- Presencia de crepitación, pseudobloqueos y/o bayoneta al realizar flexo-extensión.

  • Signo de Smillie-Bado.

  • Signo de aprehensión.

  • Signo de la presión rotuliana en los diferentes grados de flexo-extensión.

- Contracción cuadricipital con control rotuliano (signo de Zohlen), poco fiable.

  • Signo de la raspa longitudinal en diferentes grados de flexión.

- Signo de la raspa transversal en diferentes grados de flexión.

- Signo de la recolocación, para determinar si mejora la sintomatología al madializar la rótula.

- Elongación de isquiotibiales e hiperextensión.

4. Paciente en decúbito ventral:

- Elongación del cuádriceps.

- Flexión de rodilla.

- Extensión de cadera.

 

5. Paciente en situaciones de dolor:

- Saltos.

- Signo de cuclillas.

- Signo del escalón.

 

Exámenes Complementarios

El diagnóstico de los sindromes patelofemorales tiene un apoyo fundamental en los exámenes complementarios. Los trastornos torsionales de los miembros, las alteraciones trocleares, la determinación de la congruencia articular, el ángulo Q, la altura rotuliana, etc., requieren de exámenes que determinen los grados de los mismos, poder corregirlos y evaluarlos en el postoperatorio. Los examenes complementarios de diagnóstico que realizamos in:

1- Radiología:

-frente, perfil, monopodálicas. Nos permiten conocer los ejes, medir altura rotuliana (Indice de InsallSalvati Línea de Blumensaat).

En el perfil estricto medimos saliencia, profundidad y altura troclear.

En una placa de 30 por 90 en bipedestación se mide el eje y las líneas de carga.

- Axiales de rótula de Merchant y Laurin. Muy utilizadas por nosotros en la práctica diaria, tienen el inconveniente de no ser fieles para la valoración posterior.

Medimos los ángulos de congruencia y troclear y determinamos la estabilidad de la rótula.

2- T. A. C.: Es al momento el examen más fiel por nosotros utilizado. Nos permite hacer mediciones en 0, 10, 20 y 30 grados.

Shutzer y col. determinaron la imágen normal a 10 grados de flexión y tres imágenes patológicas:

  • Subluxación sin inclinación. Disbalance muscular.

  • Subluxación e inclinación. Displasia troclear.

  • Inclinación sin subluxación. Fuerzas anómalas externas.

La T. A. C. es fundamental para aquellos pacientes en los que queremos determinar trastornos torsionales. Es necesario realizar cortes a nivel del cuello femoral, rodilla, TAT y tobillo.

Realizando en 30 grados de flexión de rodilla un corte por el centro troclear y superponiendo otro corte tomográfico que pase por la TAT podemos medir el ángulo Q y determinar si debe trasladar la TAT y cuánto. Se considera el limite máximo 15 mm. 3. Resonancia Nuclear Magnética: Consideramos que es el estudio con más futuro, nosotros lo utilizamos poco en la patología rotuliana.

  • Centellografías: Sólo lo utlizamos en casos específicos o que no tenemos acceso a otros estudios. Las indicaciones serían los trastornos de       hiperactividad ósea, utilizando los sistemas de localización. (Pin-hole)

  • Artroscopía: Consideramos que actualmente no es una práctica diagnóstica de rutina. Fue la que posibilitó el real conocimiento de los trastornos femoropatelares.

A pesar que realizamos nuestras artroscopías con anestesia local no realizamos diagnóstico artroscópico para las displasias femoropatelares. La única consideración sería para la condromalacia, donde la RNM aún no tiene alta confiabilidad.

 

MATERIAL Y METODO

 

Nosotros realizamos tratamiento artroscópico en los sindromes patelofemorales a partir del conocimiento y experiencia recogida de cirujanos artroscopistas que fueron precursores en estas técnicas.

A todos los pacientes les realizamos un minucioso examen clínico, no son patologías para inclinarse de entrada por el tratamiento quirúrgico, requieren de un período de 3 a 6 meses de tratamiento incruento guiado y controlado para tomar la determinación de realizar el tratamiento artroscópico.

A) Tratamiento incruento.

El tratamiento incruento requiere de un equipo de trabajo integrado por el médico, el fisioterapeuta, los familiares, el entrenador (si realiza deporte) y el paciente.

Los tratamientos incruentos son difíciles de realizar, los pacientes esperan resultados inmedia-tos que les permiten reiniciar su actividad rápidamente. La mayoría de los pacientes además ya realizaron fisiokinesio convencional sin resultado favorable y ven en nuestra propuesta algo similar.

Nosotros comenzamos el tratamiento interumpiendo todo lo que lesiona el cartílago rotuliano:

  • cargas en flexiones mayores de 30 grados.

  • suspender bicicleta, prensa, step, aerobics deportes. Trabajamos la contracción del vasto interno en extensión y de 30 grados a O grados.

Elongamos isquiotibiales y cuádriceps.

Como fisioterapia utilizamos el hielo 20 minutos cada 2 o 3 horas y la electro estimulación. Progresivamente se agregan: trabajo contra resistencia de 30 a O grados y luego se aumenta el ángulo de trabajo. Comenzamos con deportes como natación y trote, para la última etapa autorizar deportes con carga rotuliana.

Los controles son semanales el primer mes, quincenales hasta el tercer mes y si el resultado es positivo, continuamos con controles mensuales hasta el sexto mes.

B) Tratamiento Quirúrgico

Ante el fracaso del tratamiento incruento, se plantea la decisión de la cirugía.

La indicación del tratamiento artroscópico nosotros la basamos en tres fundamentos:

  1. ausencia de trastornos torcionales y/o desejes

  2. ausencia de displasias trocleares

  3. tratamiento incruento de 3 a 6 meses

Realizamos la liberación del retináculo externo, en los casos de

  • sindromes de compresión lateral rotuliano.

  • subluxación crónica de la rótula sin báscula. - condromalacias asimétricas grado 3 y 4 de Outerbridge

  • báscula rotuliana sin subluxación

Realizamos liberación del retináculo externo y plicatura del interno

  • luxación recidivante de rótula

  • subluxación crónica con báscula rotuliana (Shutzer)

Realizamos lo expuesto más la trasposición de la TAT en los casos mencionados pero que presentan un ángulo Q tomográfico mayor a 20 mm. Cuando en el acto quirúrgico el cirujano obtiene un correcto centrado y contención rotuliana, pero el ángulo Q ha aumentado más de lo calculado, debe decidirse por agregar una realineación distal si a los 30 grados de flexión no se alinea el aparto extensor.

C) Población del estudio

Nosotros hemos realizados 58 cirugías artroscópicas para el tratamiento de las displasias femoropatelares, desde marzo de 1992.

Las técnicas utilizadas se dividen en:

- Liberación de retináculo

48

83%

- Condromalacia

9

 

- Sd. C. L. R.

15

 

- Subluxación

24

 

- más plicatura interna

8

14%

- más trasposición de la TAT

2

3%

  1. D.Técnica

   

La técnica utilizada para las liberaciones del retináculo externo fueron:

  • sección con tijera

  • sección con bisturí retrogrado

  • sección extrasinovial

Todos los pacientes fueron intervenidos bajo anestesia local sin manguito hemostático. Se realizaron tres portales. Dos externos superior e inferior y uno interno.

Se realiza en el acto quirúrgico comprensión hasta que ceda el sangrado y luego dejamos un vendaje con compresión externa.

Colocamos el miembro en una férula de extensión, que la mantiene por tres semanas, mientras realiza la rehabilitación.

La técnica que utilizamos para la plicatura interna es la desarrollada por el Dr. L. Johnson.

Con el miembro en extensión colocamos un trocar posterior al retináculo interno, pasamos tres a cinco puntos, tomando el retináculo interno desde el borde interno rotuliano a interno sin retirar el trocar guía seccionamos el retináculo interno. Con control artroscópico realizamos el pasaje de los puntos por el tejido celular y los dejamos sin tensar. Liberamos el retináculo externo desde el límite del vasto externo, hasta el portal antero-externo.

Colocamos el artroscopio en la entrada superointerna y observamos el centrado rotuliano, mientras anudamos los puntos de plicatura del retináculo interno. Realizamos el nudo del punto central rotuliano, y controlamos la flexión de 90 grados. Se realizan luego los nudos restantes manteniendo la

rótula en corrección interna.

En dos pacientes por presentar el ángulo Q muy aumentado realizamos realineación distal, agregada al procedimiento antes descripto. Por un abordaje transversal a nivel de la TAT levantamos una porción ósea y la reinsertamos con un tornillo controlando:

  • no deprimir la recolocación

  • el límite del desplazamiento es el alineamiento del aparato extensor en 30 grados de flexión.

E) Postoperatorio

El postoperatorio dependerá de la cirugía realizada:

  • En las liberaciones del retináculo dejamos una férula en extensión por tres semanas. El paciente es controlado a las 72 hs.

Indicamos ejercicios isométricos de vasto, movilización activo-pasiva, movilizar a interno la rótula y aplicar hielo 20 minutos cada 2 hs.

Utilizamos los ejercicios de relajación del cuadríceps por trabajo de isquiotibiales.

A las tres semanas debemos tener control del miembro y una flexión de 90 grados, para continuar una rehabilitación más intensa y progresiva hasta el tercer mes.

  • En las liberaciones del retináculo más plicatura interna y en las que realizamos la traslación de la TAT dejamos en el postoperatorio un drenaje aspirativo por 24 hs. y férula por tres semanas. A las 72 hs. indicamos ejercicios isométricos, trabajo pasivo de O a 30 grados y colocar hielo. Luego de las tres semanas comienza trabajo activo en flexión.

Complicaciones

Las complicaciones del método artroscópico en los Sd. femoropatelares fueron:

  • Derrame externo   8 pac.

  • Trombosis venosa   1 pac.

  • Limitación de extensión   1 pac.

  • Distrofia   1 pac.

  • Reoperaciones   1 pac.

  • Descalcificación   1 pac.

  • Movilización   2 pac.

El hematoma externo tratamos de prevenirlo realizando la cirugía con anestesia local sin epinefrina y sin manguito hemostático, compresión del retináculo durante 5 minutos sin sutura del portal externo y mantener una compresión externa por 72 hs. hasta la primera curación. Hemos tenido una trombosis venosa profunda en el postoperatorio con tratamiento específico. Utilizamos el AAS como profilaxis en todas las cirugías artroscópicas.

En un caso tuvimos una distrofia refleja simpática que necesitó un largo tratamiento y muy progresivo. En un paciente observamos una descalcificación rotuliana sin limitación de la movilidad, que obligó a realizar el trabajo de resistencia más tardiamente.

Realizamos una movilización bajo anestesia a una paciente luego de una liberación de retináculo y auna paciente con una realineación distal, tomamos como límite máximo de espera el cuarto mes de rehabilitación.

Una de las pacientes operadas con realineación proximal artroscópica requirió una reoperación para realizar una realineación distal por aprehensión positiva limitante.

Las complicaciones intraoperatorias son pocas. La dificultad que encontramos es el control artroscópico supra rotuliano luego de de realizada la liberación del retináculo por la pérdida del líquido. Tuvimos una ruptura de un bisturí retrógrado intrarticular como complicación instrumental. Con la liberación extrasinovial algunos de estos inconvenientes podrán evitarse.

RESULTADOS

Evaluamos los resultados siguiendo criterios objetivos de evaluación por nosotros y criterios subjetivos, por respuesta de los pacientes.

Los criterios objetivos de tomados en la evaluación fueron:

  • Rango de movimiento

  • Derrame articular y/o edema periarticularTrofism- o muscular

  • Test de aprehensión

Los criterios subjetivos evaluados fueron:

  • Dolor

  • Debilidad
  • No retorno a su deporte o actividad - Subluxación o reluxación

  • Crepitación mayor

Dividimos los pacientes operados en tres grupos:

  1. Muy bueno

  2. Satisfactorio

  3. Malos

Consideramos resultado muy bueno aquel que no tiene ningún criterio objetivo, ni subjetivo.

52 pac. 89%

Satisfactorio aquel que tiene algún criterio objetivo pero se encuentra satisfecho con el resultado final.

5 pac. 8,7 %

Consideramos resultado malo aquel que tiene alguno de los criterios objetivos y no está satisfecho con el tratamiento por manifestar criterios subjetivos.

1 pac. 1,7%

DISCUSION

El síndrome patelofemoral es de diagnóstico y tratamiento complejo. El conocimiento anatómico y funcional requiere la incorporación de conceptos muy valiosos al momento de indicar el tratamiento. La etiología del síndrome rotuliano es el problema a resolver para evaluar qué método de diagnóstico y qué tratamiento son los adecuados.

Ante un paciente que consulta por un síndrome femoropatelar debemos tener una actitud crítica y examinarlo enteramente.

Recordamos que los trastornos rotulianos pueden ser:

- Congénitos

- Adquiridos:

  • traumáticos

  • torsionales

  • trocleares

  • rotulianos

  • displásicos

  • constitucionales

  • neuropáticos

  • postquirúrgicos

  • mixtos

Consideramos primordial ante el paciente con sintomatología rotuliana no encasillar de entrada la sintomatología y realizar el examen clínico en forma metódica, en base a fichas o planillas. Solicitar siempre las radiografías de frente, perfil estricto en 30 grados de flexión e interesar a nuestro radiólogo en la importancia y sistematización de las axiales. No indicar la artroscopía pensando en patología meniscal antes de descartar clínica y/o radiográficamente la patología rotuliana.

El tratamiento de los trastornos torsionales, rótula alta, desejes anteriores (varo, valgo), trocleas con displasias severas y recurvatum necesitan un tratamiento completo y no podemos pensar en corregir estas alteraciones con técnicas artroscópicas.

Sin pretender abarcar un tema de consulta importante, los trastornos rotulianos en los deportistas, diremos que los trabajos sobre superficies sintéticas, con sobrecarga en hiperflexión (sin período de reposo femoropatelar), las exigencias para superar marcas, la velocidad y ciertos tipos de gimnasia-moda (aerobics, step) desarrollan trastornos rotulianos que llevan a la consulta cuando se ha provocado una condromalacia, los desejes femoro-patelares son en general consecuencias de ésta.

El tratamiento incruento es el de elección en estos pacientes. Con respecto a las lesiones del cartílago articular nosotros realizamos la regulación del mismo en las lesiones tipo 3 de Outerbridge. En las condromalacias grado 3 y 4 ubicadas en una de las facetas realizamos la liberación del retináculo aún sin deseje rotuliano. No hemos realizado observación de los tratamientos sobre el cartílago. En un caso que necesitó una reoperación al ario pudimos observar que su lesión cartilaginosa era igual a la anterior.

La condromalacia rotuliana es un interrogante, en algunos casos como causa de síndromes femoropatelares y en otros como consecuencia.

CONCLUSIONES

El tratamiento artroscópico de los sindromes rotulianos aún no ha alacanzado su desarrollo máximo. Los avances en los diagnósticos, la confianza en poder definir a corto tiempo las lesiones cartilaginosas (RNM), la evaluación de los tratamientos y los resultados ventajosos nos permiten pensar que es una técnica en evolución.

Las indicaciones precisas, el conocimiento de la técnica, la rehabilitación sistematizada y el trabajo en equipo multidisciplinario dan resultados muy buenos.

Con la cirugía artroscópica tuvimos un resultado muy bueno y satisfactorio de 98%, estéticamente muy aceptado y con un resultado a corto plazo alentador. La evolución a plazos más prolongados con la posibilidad de realizar observaciones de las lesiones cartilaginosas, nos darán la verdad.

BIBLIOGRAFIA

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  8. Merchant AC, Mercer RL, Jacobsen RH, Cool CR: Roentgenographic Analysis of Patellofemoral Congruence. J. Bone Joint Surg. 1974 56 A.
  9. Merchant AC: Pathellofemoral Disorders Chapter 18 Operative Arthroscpy. Rayen Press.
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  11. Schutzer SF, Gale R, Fulkerson JP: Clasificación de los pacientes con dolor patelar por tomografía computada. Clin. Orthop.1987.
  12. Scaramuza R, Chiaparra J, Kobrinsky P, Tacus L: Patología femoropatelar no traumática. A. A. O. T. 54 N: 4

 


(*) Para optar a miembro titular.
Don Bosco 1660 San Isidro (1642)
Te: 747 - 8281
Hospital C. G. Durand
Clínica Olivos

ARTROSCOPIA | VOL. 2, Nº 3 : 192-196 | 1995

TRABAJO DE ACTUALIZACIÓN 

Vías de abordaje de la articulación glenohumeral

 Dr. Juan Pablo Sosa

RESUMEN: Este artículo pretende mostrar en forma rápida, las tres vías más utilizadas en la artroscopía de la articulación gleno-humeral con sus reparos anatómicos. Ellas, le brindan al cirujano artroscopista utilidad, no solo en la exploración diagnóstica, sino también la posibilidad de desarrollar cualquier técnica de reparación.

INTRODUCCION

La artroscopía del hombro se realiza generalmente con anestesia general, el paciente debe adoptar un decúbito lateral contrario al lado a operar, estabilizado con un Olympus Vac Pac y con el miembro superior del lado afectado suspendido hacia distal y a través de una polea al cielo raso. Para la suspensión se utilizan como promedio 5,5 Kg. en la mujer y 6,5 Kg. en el hombre, dependiendo ello del tamaño del paciente con una abducción de 60 grados y unos 15 grados de flexión.

Se prepara la piel en forma standard y se incluye el miembro superior a operar en el campo operatorio con la finalidad de manejarlo en todos los planos. Para el exámen de la articulación glenohumeral se utilizan dos vías de rutina, posterior y anterior, y en ocasiones una tercera, la vía superior.

Vía Posterior

Está localizada 1 cm. medial y 1 cm. caudal al ángulo posterior del acromion.

Se debe buscar por palpación un sitio blando en dicho lugar, que corresponde a la separación entre el infraespinoso y el redondo menor.

Este punto es ideal pues la cavidad glenoidea está más cercana a la piel que de las otras dos vías, anterior y superior. En dicho punto los músculos deltoides e infraespinoso son planos, de ésta manera la palpación de la glenohumeral y la penetración son más fáciles.

Siguiendo a Detrisac y Lanny Johnson, una entrada a 3cm. del acromion es muy peligrosa porque pasa en la parte inferior de la articulación muy cerca del nervio axilar y de la arteria circunfleja posterior, especialmente en pacientes con hombros pequeños. A 1 cm. del acromion se ingresa en la porción superior de la articulación glenohumeral, (Fig. 1); la entrada a 3 cm. inferior a dicha prominencia ósea ingresa muy inferior y con posibilidad de lesionar al nervio axilar (Fig. 2).

En una disección anatómica (Fig. 3) se puede comprobar como la cánula pasa a través del deltoides posterior, que se encuentra y desinsertado de la espina del omóplato, clavícula y acromion, a 4 cm. del nervio axilar (demostrado en la fig. 3 con marcador blanco) y de la arteria circunfleja posterior. Esto la convierte en una vía segura. La cánula pasa, también, a través del músculo infraespinoso a 1 cm. lateral del nervio y de la arteria supraescapular, que están localizados en la parte profunda de éste músculo (Fig. 4). En ésta figura se puede mostrar, con marcador blanco, al nervio supraescapular que inerva al músculo infraespinoso, y se ve la cánula y el trocar en el ingreso de la vía posterior, a 1 cm. lateral del nervio supraescapular.

La cánula con su trocar debe ingresar apuntando desde posterior hacia la apófisis coracoides, una angulación excesiva puede lesionar el nervio o la arteria supraescapular. Ello se previene procediendose a llevar el trocar en dicha dirección y con unos 20 grados hacia medial.

Una vez que la cánula atraviesa la cápsula y penetra en la articulación, si se quiere progresar hacia adelante, se debe cambiar el trocar aguzado por el romo, luego se inserta el artroscopio y se distiende con solución salina, chequeándose la superficie articular y confirmando que se ha entrado en la articulación glenohumeral (Fig. 5).

En la visión intrarticular el artroscopista debe orientarse buscando el tendón del biceps, la superficie glenoidea y la cabeza humeral. La inspección debe realizarse organizada y sistemáticamente, comenzando con la porción intrarticular del biceps, continuando con la superficie inferior del manguito rotador, luego se rotará la óptica para ver la cápsula anterior y su rodete glenoideo.

De esta manera se puede observar la superficie articular de la glenoide y la cabeza humeral y llevando inferiormente el artroscopio se puede ver la cápsula inferior, la glenoides posterior y el rodete posterior colocado detrás del tendón del bíceps.

 

 02_03_10_fig1

Figura I: El portal posterior, a 1 cm inferior del acromion en la porción superior de la articulación gleno-humeral.

 

Vía anterior

Ésta debe ubicarse lateral y superior a la coracoides, donde no hay estructuras neurovasculares. Un método rápido y seguro es el propuesto por Andrew Wissinger de Pennsylvania.

 

02_03_10_FIG2

Figura II: Una vía a 3cm inferior del acromion ingresa en la parte más inferior de la articulación y muy cercano al nervio axial.

 

02_03_10_Fig3

Figura III: Muestra al deltoides desinsertado y reflejado, y se puede ver la cánula atravesándolo a 4 cm superior al nervio axial, identificado con el marcador blanco.

 

Este autor avanza desde la vía posterior a través de la articulación hasta la cápsula anterior, hacia un triángulo formado entre el tendón del bíceps, la superficie articular de la glenoides y el borde superior del tendón del subescapular (Fig. 6 y 7). Este intervalo está también entre los ligamentos glenohumeral medio y superior (Fig. 8).

La vía está colocada a 3 cm cefálico y lateral de la vena cefálica y es lateral al ligamento toracoacromial. Se encuentra en el borde anterior del supraespinoso y el borde superior del subescapular (Fig. 11).

 

02_03_10_fig4

Figura IV: El músculo infraespinoso ha sido elevado desde la fosa infraespinosa y relejado lateralmente. El nervio supraescapular que inerva el músculo y pasa a 1 cm lateral del nervio y la arteria supraescapular.

 

Mientras la cánula del artroscopio se mantiene firme sobre la cara anterior, éste se retira y es cambiado por una varilla de 4 mm de diámetro y 33 mm de largo, avanzando anteriormente a través de la cánula, entrando en el tejido subcutáneo y haciéndola sobresalir.

Luego se realiza una pequeña incisión en la punta que sobresale, y en forma retrógrada, desde la vía anterior se introduce una cánula a la articulación. Se retira la varilla y se inserta el artroscopio, consiguiéndo así visualizar la articulación desde la vía anterior para la colocación de instrumental de mano o motorizado.

Procediéndose a disecar topográficamente la vía anterior se revela que atravesando el deltoides, se pasa aproximadamente a 2 cm cefálico de la rama anterior del nervio axial (Fig. 10). En la figura se ve reflejado al deltoides marcándose en blanco la rama nombrada.

 

02_03_10_Fig5

Figura V: Muestra la óptica ingresando por la vía posterior, a ella se adosaron fibra óptica y cámara. Ya se puede obtener una imagen del interior de la articulación.

 

02_03_10_fig6

Figura VI: Triángulo que se visualiza desde la vía posterior y está formado por la porción intrarticular del tendón del bíceps, la superficie articular de la glenoides y el borde superior del subescapular.

 

02_03_10_fig7

Figura VII: Muestra lo mismo en una disección cadavérica, la aguja engancha la porción larga de los bíceps.

 

02_03_10_fig8

Figura VIII: Muestra una aguja ingresando por la vía anterior a través de los ligamentos glenohumerales. Se ve la cabeza humeral y el tendón del subescapular.

 

Vía superior

Se la conoce también como vía de Neviase o de la fosa supraespinosa. Está localizada posterior y medial a la articulación acromioclavicular. Rotaciones y movimientos de inclinación de la cabeza humeral producidas por el ayudante, facilitan el acceso a esta vía. Primero se usa una aguja de punción Nro. 16 para localizar esta entrada , se dirige a la articulación, hacia la punta del artroscopio. Una vez asegurada su posición, se introduce una cánula y trocar siguiendo la misma dirección. Una disección anatómica demuestra que esta vía pasa en forma segura a través de las fibras laterales del trapecio y luego de las fibras musculares del supraespinoso, no de las tendinosas.

El nervio y la arteria del supraespinoso están profundamente en el músculo, a unos 2 cm medial del camino de cánula (Fig. 12). Esta vía no daña estructuras neurovasculares ni lesiona tendón del supraespinoso y es usada comunmente para la infusión salina para distender la articulación, o para la colocación del shaver.

La cánula utilizada para esta vía es conveniente que no tenga orificio lateral, especialmente en pacientes obesos, para evitar la pérdida de los líquidos que limitan la exposición.

Usando las tres vías de acceso a la articulación glenohumeral, (Fig. 13) colocando el artroscopio, la cánula para las soluciones y la vía para el instrumental, podemos realizar un completo examen articular e introducir el instrumental quirúrgico pira llevar a cabo distintas técnicas quirúrgicas.

 

02_03_10_fig9

Figura IX: Imagen lograda desde la vía anterior, se puede observar una lesión del rodete glenoideo.

 

02_03_10_fig10

Figura X: El deltoides está desinsertado y reflejado, es atravesado por la cánula ingresando por la vía anterior y pasando a 2 cm superior del nervio axial.

 

02_03_10_fig11

Figura XI: El marcador blanco señala el ligamento coracoacromial y la aguja marca la coracoides coracoides se  puede visualizar la cánula ingresando por la vía anterior y enmara-cada, arriba por el supraespinoso y abajo por el subescapular.

 

02_03_10_fig12

Fig. XII: El trapecio y el deltoides fueron retirados y se seccionó el tendeon del supraespinoso, el vientre muscular del supraespinoso fue parcialmente elevado de su fosa. Se puede ver como la aguja ingresa por el camino de la vía superior y pasa lateral al nervio y la arteria supraescapular, que están señalados por el marcador blanco. La "A" marca el acromion y la "C" la apófisis coracoides.

 

02_03_10_fig13

Figura XIII: Muestra la óptica colocada por la vía posterior, el shaver ingresando por la vía anterior y una cánula de irrigación por vía superior.

 

BIBLIOGRAFIA

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Las fotos de los preparados anatómicos son reproducciones en fotocopia laser del libro Arthroscopic Shoulder Anatomy Pathologic and Surgical Implication - de Detrisac DA y Johnson LL -1986.